Siempre que quieras contigo
ConciertosMuchachito Bombo Infierno

Siempre que quieras contigo

9 / 10
Miguel Amorós — 31-10-2022
Fecha — 29 octubre, 2022
Sala — Razzmatazz 1, Barcelona
Fotografía — Hara Amorós

Noche de fiesta en Razzmatazz, pero fiesta de las grandes. Eso es lo que ocurre cuando juntas “concierto de Muchachito Bombo Infierno” y concierto de “fin de gira”, que las ganas de celebración se multiplicaron.

El Banco Mediolanum 24È Festival del Mil.lenni pudo colgar un nuevo concierto con el cartel de “sold out”. Eso auguraba un público con ganas del de Sta Coloma y, como es habitual, no defraudó. Fueron algo más de dos horas, casi non stop, con esa macro marching band a lo New Orleans, que ahora viste cada una de las festivas canciones de Muchachito y que funciona a la perfección. Y es que montar una banda con cinco vientos, tres percusionistas y el inquieto Muchachito en un escenario completamente vacío (sin monitores), y que permite que todos se muevan libremente, era cuanto menos arriesgado. ¡Ah! y con Santos de Veracruz, el músico de los pinceles, pintando y bailando un cuadro en directo. Sin embargo han llegado a tal grado de compenetración y complicidad, que les permite hacer coreografías, bailar, girar entre ellos, “pelear” y hasta jugar al escondite inglés (el un, dos, tres, picapared) y que la música salga ganando.

Un detalle para entender la connivencia de toda la banda. A Jairo nunca le ha gustado verse atado a un setlist de canciones, le encanta improvisar porque así cada concierto es único. Resulta que en los primeros conciertos de esta marching band, hicieron una lista de canciones para poder ensayar y que, en teoría, repetirían en cada actuación. Pues bien, teníamos el setlist de este concierto de fin de gira y Jairo lo respetó en un 30%. Era divertido ver como toda la banda estaba atenta mirándolo para ver que canción empezaba a tocar, para poder seguirlo.
Si nos centramos en lo que fue el show, empezó con la banda tocando desde los camerinos hasta que llegó al escenario para explotar con el infalible “Azul”. Locura y karaoke del público. Después un par de esos temas nuevos “El club del paro” y “Demasiada agua y no hay piscina” que vienen a definir ese nuevo estilo que han bautizado como “rumba’orleans”. Tras ellos “Caraguapa”, “La mejor” o “Luna” que sonaron explosivos con esa macrobanda. Entremedio una ristra de esas versiones que hace suyas, “La quiero a morir”, “Tu vuo Fà L’Americano”, “Gitanitos y morenos”, “Si tú, si yo, si no”, que remató con un “Será mejor” y “La noche de los gatos” donde los vientos se lo pasaron en grande.

Un primer amago de irse, pero que sirve para que la banda “descanse” y lo deje solo en su set de silla-batería. Ahí es donde se evidencian esas dotes de comunicador, siempre divertido, que mantiene de su pasado con el mundo del clown y que demuestra que él solo podría mantener su show sin problema. Hizo “Te perdí”, “Quitao” de sus tiempos en el G5, “Quererte” de su malogrado compadre Melón Maguilaz de Trimelón, su clásica versión de “Gitana” y el emotivo “Tu nombre”. Después con el “Sin Vigilancia” dio entrada a la banda y emprendieron la tanda final con una aceleración realmente peligrosa. “El Compadre”, “Paquito Tarantino” y “115” hicieron que la pista del Razz se convirtiera en un remolino de gente con caras de alegría y felicidad.

Es que esa es justo la magia y el poder de su música y de sus letras. Puedes llegar a un concierto con tus problemas diarios, pero durante esas dos horas vas a poder disfrutar y compartirlo. Sin duda te va a ayudar a llevarlo de otra manera e incluso puede que salgas hasta mejor persona.

Quizás estamos flipando, pero la versión que se marcaron del “Bailando” de Alaska y los Pegamoides, junto con su obligatoria “Siempre que quiera” convirtió la Razz en una fiesta donde nadie permaneció quieto.

Como propina extra, cerraron ese viaje con la festiva “Carreta Sideral”. 
Después del concierto alguno de los componentes de la banda nos comentaban que era una pena que, justo cuando mejor estaban, se acabara la gira. Y aunque hemos empezado diciendo que era el concierto de fin de gira, habrá que estar atentos. Es cierto que para Jairo ha sido una temporada movidita. Entre los bolos con esa macrobanda, sus conciertos en formato “one man band”, el loco y divertido proyecto Loco & Motora, junto a Joan Garriga, Madjid Fahem y Willy Fuego, y unas cuantas invitaciones a los conciertos de Ariel Rot & Kiko Veneno, este verano ha sido de auténtica locura. Pero sospechamos que en breve tendrá listo uno de sus prometidos nuevos discos y seguro este culo del mal asiento, no va a poder parar quieto mucho rato.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.