Recital de felicidad y paz

Morgan están cerrando un ciclo con ese Fin de Gira "The River Tour", y siguen confirmando que con ese "maravilloso equilibrio entre la nostalgia, la experiencia compartida y el poder de la música", tal y como como señalan algunas crónicas pasadas, reafirmándose al mismo tiempo como una de las mejores formaciones que podemos ver sobre un escenario. A fecha de hoy y, por qué no decirlo, en un pasado ya, incluso, lejano. El quinteto, reducido a cuarteto y ampliado a sexteto en según la ocasión, resultó arropados por un escenario sobrio, en donde las luces cobran un valor que realzan su presencia, y confirmó, en ese Espacio Vías de León, que son una formación para escuchar, para disfrutar de ella y de su extraordinario sonido, para dejarse llevar por esas brillantes líneas de guitarra o de los teclados y arroparse por esa voz que te lleva a un mundo ideal y lleno de felicidad.

El final de esta gira nos acerca a los madrileños situados en diferentes escenarios, algunos de ellos alejados de esos teatros donde su sonido brilla especialmente, metiéndose en salas más clásicas pero que, si reúnen unas condiciones óptimas como en el caso concreto del Espacio Entrevías de León, no modifician el resultado. Con esa disposición ya clásica sobre el escenario; la embrujadora Carolina de Juan, piano, teclados y voz; un siempre sonriente David Schulthess, a los teclados y los coros; el cumpleañero Paco López, a la guitarra y coros; y el siempre sobrio Ekain Elorza a la batería. Un plantel al que se suman los hermanos Planas, Gaby Planas con un tercer teclado, guitarra y las percusiones, y su hermano mayor, Willy Planas, al bajo.

Juntos dieron un recital de felicidad y de paz, todo ello bajo el crisol de la música envuelta en esa voz mágica de su cantante, combativa o soñadora, intensa por momentos o palpitante, una voz que, arropada por teclados, guitarra y, no lo olvidemos, esa batería al fondo que ensalza los fundamentos fuertes y agresivos de su música, transforman ese folk, el rhythm and blues, el rock o el funk por el que se mueven, en momentos únicos y memorables, que se graban en nuestras retinas y forman ya parte de nuestra vida. Hasta finales de febrero del próximo año todavía tendremos la oportunidad de ver y disfrutar de ese fin de gira de "The River Tour" por diferentes escenarios. Y sería un pecado imperdonable perdérselos. Más aún en estos tiempos oscuros y en blanco y negro, donde la música da algo de color y luz a esta realidad. Y los madrileños están especialmente bendecidos para ello y para aplicar esa filosofía de "dejarse llevar por las circunstancias, no intentar empujar el río y disfrutar de los vaivenes de la corriente...".