Ambiente de gala en la sala Jimmy Jazz para recibir de nuevo a Morgan, esta vez para presentar "Air", su flamante segundo disco. La sala vitoriana, repleta tanto de "viejos" fans como de nuevos seguidores, esperó pacientemente la salida al escenario de Carolina y sus secuaces, que se produjo a las diez en punto de la noche.
La velada se dividió en dos partes bien diferenciadas. La primera se alimentó de canciones pertenecientes a "North", exitosa primera grabación de los madrileños. "Cold", ya un clásico eterno de la banda, demostró una vez más que su título tiene mucho de oxímoron. Pocas melodías tan cálidas y acogedoras habrán escuchado mis oídos. Una vez encendida la chimenea, "Attempting" subió aún más la temperatura con su blues guitarrero y sureño, antes de dar paso a "Volver", la emocionante balada en castellano que Carolina interpretó con su voz y sus teclas, trío imparable que consiguió crear un abrumador silencio, con todo el público siguiendo cada nota como si fuese la última. "Home", magnífica también, no se quedó atrás como transmisora de sentimientos y emociones, y "Thank You" fue aprovechada por Nina para rasgar y romper aún más su desbordante voz, cantando con alma de soulwoman de otra época, y para agradecer a la audiencia su masiva presencia.
"Unknown Legend", la versión de Neil Young que entonó con dulzura el guitarrista Paco López, sirvió de introducción para la segunda parte del show, enfocada totalmente en temas de "Air". La atmosférica "Planet Earth" dio el pistoletazo de salida con su envolvente sonido progresivo. "Blue Eyes" nos disparó sus contagiosos cambios de dirección, con la guitarra, los teclados y la sección rítmica dando cuerpo a un improvisado dream team del ritmo, y el desbordante optimismo de "Flying Peacefully" nos permitió hacer volar nuestra imaginación con una sonrisa en la boca. Quizá el momento culminante llegó con la sobrecogedora "Sargento De Hierro", que volvió a enmudecer al público. Más de una persona necesitó ayuda para deshacer el nudo que se había instalado en su garganta, incluido el chico que se encontraba a mi lado sin poder contener las lágrimas. Algo curioso sucedió con "Another Road"... La gente ¡bailó!, hecho casi insólito, muy difícil de ver en tierras vascas, gracias a esa bendita sobredosis funky que inyectó en nuestras venas. Despedida por la puerta grande, aunque en el preceptivo bis el grupo cumplió con la tradición de concluir el espectáculo con "Marry You", al principio casi a capella, con una tímida guitarra acústica como único acompañamiento instrumental, y al final con todos los músicos tocando al unísono mientras Nina los presentaba uno a uno.
Seguid conduciendo, gentes de Morgan, seguid devorando kilómetros de carretera. Os echaremos de menos, no os fallaremos, y esperaremos vuestra vuelta.
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