Primero fue Skunk Anansie y luego Primal Scream . Nos estamos acostumbrando a que bandas que vivieron su época de gloria en los 90 pisen Pamplona para un concierto y que todas ellas dejen claro el porqué de su éxito pretérito. En esta ocasión eran Monster Magnet los que llegaban a Zentral para un concierto que pretendía rememorar el que se considera su mejor disco o al menos el más accesible, el titulado "Powertrip". Y es que el disco editado en 1998 unía gancho popular y unas guitarras que podían atraer a un espectro de público variado que fuera desde el rock, el stoner o el grunge hasta el metal. Porque lo de Monster Magnet no ha dejado de ser rock por definición. Rock en su vertiente más dura y cercana al metal pero compartiendo los rudimentos de un estilo provocativo en su actitud al que a una instrumentación fija añaden ritmos complejos y melodías.
Abriendo la velada estuvieron la Sonrisa Metálica (¿Es por Pantera + Metallica?, banda que se hizo acreedora del concurso que organizó la sala para poder ser teloneros en un día tan especial y solo toca decir que cumplieron con creces. Un directo muy potente y que casaba como anillo al dedo con el show que les seguiría.
Con la sala con un poco más de la mitad de los billetes vendidos terminaba la actuación de los teloneros. Con los altavoces sonando Black Sabbath y tras una demora de más de media hora aparecía en escena el grupo estadounidense. De la alineación titular solo Philip Caivano y el vocalista y factótum Dave Wyndorf aguantan, pero el espíritu sigue ahí con las nuevas incorporaciones, una voz en su sitio y un setlist trilladísimo que los hace sonar muy compactos.
Comenzaron con un potente “Atomic Clock” que venía a demostrar que la celebración de esta efeméride buscaba algo más que cumplir el expediente. Si es caso que era necesario pagar algunas deudas con las propias canciones y la popularidad del disco que los lanzó al estrellato pero nada más. “Temple of your Dreams” y “Third Eye Landslide” empezó a meter al público en la celebración. En "See You In Hell" se echó en falta el órgano Hammond que en el disco le da ese aire tan setentero, pero era suplido por un un contundente bajo a cargo de Jim Baglino. “Baby Gotterdämerung” representó la parte más comedida de los de Nueva Jersey y fue un buen bálsamo frente a lo que estaba por venir.
Sin casi unos segundos de descanso entre canciones enfocaron "Spacelord", el tema que los lanzó al estrellato, tema que abusaba de efectos reverb, algo que por ponerles algún pero, abusaron durante buena parte del concierto. Dave Windorf arengaba al personal con un “Give me something Pamplona” para llevar a cabo un ejercicio guitarrero que volvía a romper en subidón y estribillo con el mejor “motherfucker” desde el de Zack de La Rocha en “Killing in the Name”.
Para la parte final una dosis de rock canónico con “Twin Earth” de "Superjudge", uno de sus primeros discos, y la versión de “The Right Stuff” de Robert Calver que en directo han hecho que suene a Monster Magnet.
La parte más guitarrera si cabe del concierto llegó en los últimos dos temas con “Look To Your Orb” y “Negasonic Teenage Warhead” con el público ya saltando y coreando ese estribillo. Estos dos últimos temas que fueron el broche a un concierto enérgico, estimulante y fuera de revisionismos.
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