El sábado asistimos en la discotheque Fever/Santana 27 a la batalla anual de gallos Rockers y Mods, que más que bien organizan el entusiasta Adrián Medrano y su equipo (quien, por cierto, acaba de inaugurar el rock-bar Shelter en la bilbaína calle Iturribide, que junto al jivion Las Ruedas, el punkarra La Espuela y los routiers Zuga y Gure Txoko, conforman la senda actual rockista del cruelmente franquiciado Casco Viejo bilbaíno).
Huelga señalar que, como viene siendo habitual, la parroquia tuperina local superó con creces al casi inexistente bando modernista. Abrieron la merendola (¡a las 17:30 horas comenzó el Mockers Day!) los donostiarras y hondarribitarras Vodoo Charms (sustitutos de Micky & The Buzz, que causaban baja por enfermedad), para ejecutar con pericia números de r’n’b, hillbilly, boogie & swing, blues de Memphis o soul-jazz, dado que atesoran un longevo background: Rafa Ardanuy y Jorge Carrere provienen del veterano combo psychobilly Temblores, y Karmen Savage de los hardrockeros Rolling Dice. Destacaremos como cimas un poderoso “Devil’s Beat”, donde los ecos a la cameleona Imelda May y el garagismo fleshtonero maridaron fielmente, y el cover del “Bad Boy” del grandioso Larry Williams, que hizo complicado el mantenerse sentado por obligación legal al respetable. Los guipuzcoanos defendieron profesionalmente su disco homónimo de debut lanzado al mercado en las postrimerías del pasado y maldito año, y que cuenta con cinco cortes propios y otras cinco versiones.
Eran ya las siete de la tarde cuando con el “intro” (y mismo “outro” para finalizar) de “Donapalehu”, unos rechulos Lie Detectors inauguraban el guatecon ya habitual de garage, psicodelia y punk-rock’n’Roll. Enlazando el tema instrumental cual perros viejos con el “Megaton Ye-Ye”, para provocar la flamiguera aparición del super frontman Txema (otrora émulo del argentino Moris). Ya se vislumbraba que íbamos a devorar un bolazo de alto octanaje y sonidazo, como así resultó. Y es que moló muchísimo por el vacile-loa a Obus (tal cual suele proceder Cabezafuego) del bajista Aitor “Txiki” para presentar la bien hardrockerizada y tremenda “Chelsea Boots”, por la pleitesía a los primeros Purple (gracias a su nuevo organillero) y al majara de Rocky Erickson en las majestuosas “Hello! Agur!”, “Bruja” y “Nuevo Lugar”, por esas guitarras killers a lo Stooges en “Sr. Juez”, por su rendición al neo-garage ochentero en “Cymbalta”, por esos “rocks” que son “Pinchalo”, “Me Gusta La Calle Hey! Hey! Hey!” y “Sin ti no puedo estar”, por su elegancia y buen gusto: recrearon el “Pesadilla” de las hipnóticas colombianas Elia y Elisabeth, a su vez versión del grandioso “Kicks” de los no menos grandérrimos Paul Revere and The Raiders, y porque cada día son menos festivos, pero más serios y reguapos rock’n’rollers.
Ah, el cartel anunciador (diseñado por Arturo del Arco) lo presidia un Screamin Jay Hawkins alocado y desafiante; tanto como hace veintidós años, cuando saliendo de un ataúd, inició su misa negra particular en el festival de Blues de Getxo, en la plaza de Romo. That`s all Folks.
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