Fin de ciclo

Un año más se ha cerrado con éxito una nueva edición de un revitalizado Mercat de la Música Viva de Vic. Un año más, sí, pero no un año cualquiera. La presente edición marca el fin del excelente trabajo realizado por Marc Lloret i Oriol Roca al frente de esta cita con la industria musical. Y es que han sido catorce intensos años en los que ambos han ido reorientando poco a poco este encuentro, hasta convertirlo en un gran escaparate de lo que se está cociendo y se cocerá en el futuro de la música. Un termómetro musical de diversas escenas que sirve a los programadores y oficinas de contratación para salir del consabido mito de la reiteración en los carteles de festivales y ciclos. Además, el MM.VV. se ha fortalecido gracias a aspectos que eran difíciles de prever hace catorce años. Me refiero, por ejemplo, al auge de los sonidos urbanos, la electrónica y la combinación de estos ritmos con el folclore ibérico, dando lugar a artistas tan singulares como Sandra Monfort, Caamaño & Amexeiras o Maestro Espada. Protagonistas todos ellos de la presente edición del Mercat.

Ahora solo cabe esperar que los nuevos responsables de la feria, es decir, Joan Rial, Jordi Casadesús y Rubèn Pujol, mantengan y refuercen la fórmula actual, que ha convertido el emblemático espacio cultural de L’Atlantida, junto a su carpa anexa, en un lugar de encuentro muy valioso, y ahonden con olfato en dar la voz a propuestas emergentes con la suficiente proyección para lograr nuevas incorporaciones al circuito. Solo así se podrá contribuir a esa paulatina renovación del mismo, fortaleciendo y enriqueciendo las diferentes escenas de la península, pero también del resto de Europa. Eso a pesar de las limitaciones presupuestarias que dificultan esa misma expansión transfronteriza. Somos conscientes de ello.

A continuación os listamos algunas de las actuaciones que pudimos cubrir a lo largo del jueves y el viernes de Mercat. Los dos días que Mondo Sonoro pudo acudir  a la cita osonense.

Mourn
Las catalanas Mourn presentaron un nuevo espectáculo pensando en incorporar su correoso indie-rock a otros circuitos que vayan más allá del espacio abierto y los grandes festivales. Por eso teatralizaron su puesta en escena, creando un hilo narrativo que consistía en las diferentes rutinas que realizamos cuando nos desperezamos por la mañana, desayunamos, nos lavamos los dientes o respondemos a esas primeras e inoportunas llamadas al móvil. Y todo ello acompañado por la banda sonora de sus canciones. Un futuro acierto que pueden pulir todavía más, sacándole incluso mayor partido a la idea, ahondándola e incorporando todavía un mayor número de recursos interpretativos. Don Disturbios

Mourn - Foto de Xavi Torrent

Lisasinson
El grupo valenciano liderado por Miriam Ferrero y Paula Barberán, se presentó en la carpa a eso de las siete de la tarde para dejar constancia de la solidez instrumental de ese punk-pop en castellano que rezuma una frescura y un desparpajo que son su principal marca de la casa. Y es que con el grupo de Elefant récords tiene uno la certeza de que, de haber surgido en Madrid, le hubieran ido mejor las cosas. Presentaron temas nuevos como la magnífica “Salgo a la calle” que buscan darle un componente más dulzón, pop y costumbrista a su propuesta. Todo un acierto que combinaron con clásicos de su repertorio como “Barakaldo” o “Se me ha muerto una flor”. D.D.

Natalia Doco
Sorpresa la que nos deparó esta cantante argentina que supo combinar con elegancia, la tradición del folclore latinoamericano con canción de autor o cumbia. Además, todo fue desplegado con ese toque de espiritualidad que entronca con la madre tierra, en una propuesta que se sustenta en una voz con gran personalidad y una banda de lo más solvente. Una de esas actuaciones que debería proporcionarle nuevas oportunidades en nuestro país. D.D.

Caamaño & Ameixeiras
Este encantador dúo de féminas presentaron temas de su segundo y muy elaborado disco “Quitar o Aire” (algo así como eliminar el mal de ojo). Un trabajo conceptual sobre la ritología popular gallega y que en directo cobró vida bajo un halo mágico a través de violín, acordeón, voz y algunas bases programadas. La sensibilidad con la que interpretaron “Ai de min” tocándola de pie y espalda con espalda, y que habla de la tristeza de perder a alguien que quieres, puso los pelos de punta. Miguel Amorós

Blood Quartet + Dongyang Gozupa (foto principal)
Sin duda una de las grandes sorpresas del Mercat fue la actuación conjunta de estas dos formaciones. Experimento colaborativo que dota de total sentido a lo que debe ser la filosofía de trabajo de una feria como esta, que puede y debe facilitar intercambios entre lenguajes, tradiciones y músicos a priori tan lejanos, pero a la vez tan próximos. Y es que la propuesta de la banda catalana de rock experimental Blood Quartet, sirvió de base sobre la que el trío coreano Dongyang Gozupa se dejara llevar en una demostración de pericia instrumental, en la que destacó sobre todo YunEunHwa con su exótico dulcémele coreano. Instrumento del que supo extraer una serie de notas pulsadas a una velocidad y precisión increíble, contribuyendo a crear unas atmósferas tan envolventes como por momentos opresivas y densas. D.D.

Gorka Urbizu
El navarro Gorka Urbizu fue uno de esos nombres que no sabes si su inclusión en el cartel del Mercat tiene demasiado sentido. Y es que a estas alturas de la jugada, el que no se haya enterado de que “Hasiera Bat”, su primer álbum en solitario publicado en enero, es uno de los mejores discos del año en nuestro país, es que no merece la condición de programador ni de nada que se le asemeje en absoluto. Por eso la carpa presentaba una de las mejores entradas de la jornada y quizás por eso el concierto tuvo algo de trámite por el que hay que pasar. D.D.

Aaron Rux & The Crying Cowboys
Se presentó el crooner místico de impoluto blanco con un gran sombrero de cowboy y un traje que parecía tres tallas más grande Y lo hizo acompañado por unos ‘vaqueors llorones’ que le dieron el contrapunto perfecto a su country de cámara que a veces evoca a Kurt Wagner y sus Lambchop mientras que en otras recuerda más a Josh Rouse o Eef Barzelay. Juntos se marcaron una actuación correcta, en la que, por momentos, los espasmódicos y entusiastas saltitos del corista, le robaron el protagonismo a la pausada interpretación del propio Aaron. D.D.

La Barca
Aunque a esas horas de la noche, y en la sala más pequeña de la Atlántida, no éramos muchos los que habíamos acudido a la convocatoria de este dúo, lo cierto es que muy pronto nos dejamos acariciar por la dulce voz de la extremeña Mili Vizcaíno, acompañada al piano por el portugués Rui Filipe. Juntos evocaron los temas de su álbum “Verde mi sangre, Rojo tus hojas” creando un ambiente de intimidad y complicidad que nos cautivó con la calida sencillez de unas tonadas que demostraron no precisar de una mayor instrumentación para extraer de ellas la máxima pureza. D.D.

Koko-Jean & The Tonics
Salió Koko-Jean al escenario con la fuerza de un volcán en erupción, ataviada con un vestido de lentejuelas y una melena que recordaba de forma inevitable a la gran Tina Turner. Y lo cierto es que lo bordó, ofreciendo una abrasivo soul-rock en el que destacó, una vez más, la flameante guitarra de David Baraldés y el incisivo hammond de Víctor Puertas. Un equipo ganador que despertó a todos los presentes esa lluviosa mañana de viernes. D.D.

Sandra Monfort - Foto de Cesc Maymo

Sandra Monfort
Sin duda el nuevo espectáculo de la valenciana era una de las propuestas más atractivas de la jornada del viernes, y justo por eso fue una auténtica lástima que se viera lastrada en parte por una serie de fallos con el sonido. Errores que no empañaron del todo una puesta en escena en la que Sandra despliega su capacidad para hipnotizar a los presentes con sus danzas corporales, sacándole el máximo partido a su larga melena roja y a un juego de luces que la toman a ella como única protagonista. Todo ello acompañado de una suerte de fusión entre el pasodoble, el bolero y la copla con el pop y la electrónica, que cabe reconocer funciona en unas canciones mejor que en otras. D.D.

Diego Guerrero

Impecable y dinámico directo el del onubense. “Por la tangente” es su último trabajo (nominado al Grammy Latino categoría flamenco en 2023) que define de manera clara que, por voluntad propia, siempre ha estado al margen del mainstream. Canciones con textos certeros, de raíz flamenca, pero con un gran tronco en el latin jazz. Tremendo ritmo el que él y su cuarteto destilaron en su show. M.A.




Daniela Pes

De sorprendente se puede calificar su actuación. Desde la poco habitual Cerdeña, su propuesta unipersonal es casi una lucha, con intensidad y tensión, con sintetizadores y programaciones, mientra ella canta y extrema sus juegos vocales. Han sido años hasta encontrar un sonido que ella considerara como suyo, al que ha añadido un lenguaje que parte de sus raíces sardas y que incluye hasta fonemas inventados. Una música a veces inquietante y que, además, te atrapa al ver como Pes lo vive con sus expresivos movimientos manejando sus “maquinas”. Puro rito del siglo XXI. M.A.

Niño de Elche

Tiene una mente tan creativa y variada, que hasta lo más simple lo convierte en extraordinario. Su nuevo espectáculo (y disco) “Cante gitano” nos descubrió a él ataviado con un traje y sombrero dorado, junto al trascendental guitarrista Emilio Caracafé y la percusionista Nasrine Rahmani (que también había acompañado a Diego Guerrero). Se trata de una revisión del repertorio del mítico Manuel Torre, pero bajo el universo propio de Niño de Elche. ¿Un ejemplo? “Los Campanilleros” a ritmo de blues y con el sonido incisivo y repetitivo de unas campañillas. Además con un estudiada puesta en escena e iluminación. Como el final, que parecía un ritual consagrándolo como patriarca. Lo suyo provoca de todo, menos indiferencia. M.A.

Bombino - Foto de Castor P Cufi

Bombino

Hicieron bien en el Mercat al clasificarlo de “desert rock”, porque aunque se le asocia a grupos como Tinariwen (con los que evidentemente tiene lazos de unión), lo suyo en directo es muchísimo más acelerado. Acompañado por bajo, guitarra y un batería impresionante, todos enfundados en sus trajes tuaregs, nos hicieron viajar a las arenas del desierto del Teneré (Níger) y a las arrolladoras tormentas que a veces asolan esos impresionantes parajes. No es de extrañar que la velocidad y ritmo con la que Bombino toca la guitarra, haya sido elogiado por el propio Keith Richards o Robert Plant. M.A.




Puuluup

Y si quieren algo tradicional, exótico y a la vez divertido, no pierdan la ocasión de ver a este dúo estonio. En apariencia dos señores mayores con trajes negros y con unos pequeños instrumentos (talharpa, pequeña lira que se toca con arco) que estaban es desuso y que ellos han recuperado. De ahí la etiqueta que ellos han puesto a su música, neo-zombi post-folk. Ambos cantan y combinan sus voces que también graban y samplean en bucles. Con ello y sus peroratas, consiguieron una complicidad con el público enorme. Les hicieron cantar saltar y hasta formar una larguísima conga. Esto sí es nuevo folk. M.A.