Las múltiples ausencias (Alaska, Raquel Fromhead, Cristina Lliso, Irantzu Valencia, Rubi y Ana Belén) suponían un handicap importante en esta puesta de largo de “Luna De Miel” (Subterfuge, 2000). Pero ahí estaba Gema Corredera (del dúo Gema y Pavel), de garganta sensible y caja torácica pletórica, para echarse encima la responsabilidad y conducir al equipo –perfectamente engrasado- hasta el infinito. La cubana hizo la suya (“El Último Habitante Del Planeta”) y las de las damas ausentes (interpretando de forma sublime en “Soy Una Dama”, “Tu Cambias De Canal” y “Tengo Miedo”) con tal aplomo y sabiduría que arrancó encendidas ovaciones de la platea del Johnny. Antes ya habíamos disfrutado de la contagiosa naturalidad de Ajo (Mil Dolores Pequeños) en “Me Cuelgas El Teléfono” y del poderío de la sudanesa Rasha en “Bella”. Y después nos tocó enamorarnos de la sencillez de Beatrice Binotti (aunque la preferimos escarbando en la tradición brasileira junto a Ramón Leal) y de la belleza y prodigiosa voz de la mejicana Julieta Venegas, que acompañó al montañés con el ¿bandoneón?, durante todo el concierto. Este se nos antojaba demasiado corto así que, tras la interpretación coral de “Barakaldo”, Ajo (que encontró su anillo extraviado) y Gema volvieron para repetir sus respectivas canciones y constatar que estamos ante el proyecto más atractivo y emocionante del santanderino.
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