Más centrado que nunca

Los barceloneses Stay abrían la noche como teloneros de Beady Eye, y no es casualidad que fuera así, ya que hace tres años los catalanes les telonearon a en el que fuera el primer concierto de los británicos en España. En aquella ocasión, Liam Gallagher se encontraba entre bambalinas y salió maravillado con lo que había presenciado, por ello no es de extrañar que anoche estuvieran como grupo invitado a petición del propio Liam.
El concierto de Stay fue para mí toda una revelación. Quizás no tengan todo el reconocimiento que merecen, pero cuentan con un directo potente y logran crear una increíble atmósfera musical envuelta en guitarras y teclados que fluyen entre toques psicodélicos de los setenta, los mejores Oasis y algo de The Stone Roses. Además, se coronaron con una gran versión de “If I Needed Someone” de The Beatles.

Llegó el turno de Beady Eye. Liam Gallagher apareció con el pelo más corto de lo habitual, con un abrigo negro ceñido y abotonado hasta el cuello (le faltaba la sotana), y sobrio (lo cual tiene bastante mérito), saludó al público con esa actitud arrogante con patente Liam y se encendió la mecha. Abrieron con “Flick Of The Finger”, que dio paso a un repertorio formado en su mayor parte por temas de su último álbum, “BE” (2013), exceptuando alguna canción de su primer disco como “Four Letter Word” o “The Roller”. Pero lo mejor de la noche llegó sin duda cuando echaron mano de repertorio de Oasis y nos deleitaron con esos dos himnos que son “Wonderwall” y “Cigarettes & Alcohol”, coreados al unísono por los que allí nos encontrábamos (aunque debo apuntar que me sorprendió la escasez de público en un concierto de este calibre). Como viene siendo habitual en esta gira cerraron su cover del “Gimme Shelter” de The Rolling Stones.

Aunque no fue un gran concierto, hay que reconocer cierta mejoría en la banda y eso se transmite en sus directos. Parece que Liam Gallagher se lo está tomando bastante en serio, se ha echado el grupo a las espaldas, y extrañamente da la impresión de estar más centrado que nunca en el proyecto que implica Beady Eye.