Madrid es rap
ConciertosCarpe Diem (Cultura Inquieta)

Madrid es rap

7 / 10
Alfonso Gil Royo — 07-07-2016
Empresa — Cultura Inquieta
Fecha — 02 julio, 2016
Sala — Polideportivo Municipal San Isidro
Fotografía — Andrés Abella

El pasado 2 de julio, el rap se convirtió en uno de los mayores protagonistas dentro del extenso y variado festival Cultura Inquieta getafense. Enmarcado dentro de una jornada llamada Carpe Diem, este evento congregó en la localidad madrileña a miles de amantes de esta música, quienes pudieron disfrutar de actuaciones tanto de grupos emergentes como de otros más que consolidados, así como de batallas de freestyle.

La jornada comenzaba pronto, cerca de las cinco y media de la tarde con los cuartos de final del campeonato de freestyle, que dieron paso a una de las actuaciones más esperadas y destacadas del evento: Ayax y Prok. Este par de granaínos son uno de los grupos con más futuro del hip hop actual, es una apuesta a caballo ganador. Su rap combina elementos del rap actual con el clásico noventero, y en directo su fuerza se multiplica. Parece que llevan décadas haciendo esto y aún no han sacado un disco, todo lo han logrado colgando temas en internet. El día que lo saquen, les veremos cerrando festivales y no abriéndolos.

Tras ellos, otro dúo de Granada: Dellafuente y Maka. Su propuesta de fusión, que combina trap con flamenco y algunas dosis de reggaetón, ha logrado muchos adeptos en los últimos tiempos, y la experiencia que han adquirido en los últimos meses de gira quedó patente sobre el escenario con un concierto más suave y lento que el de sus predecesores, muy acorde al calor que azotaba en Madrid a esas horas de la tarde en pleno julio.

Suite Soprano es, por méritos propios, otro de los grupos que se están labrando un nombre propio en la escena. Los últimos trabajos de sus miembros en solitario así lo confirman, y el hecho de que volviesen a juntarse para este concierto en Getafe fue razón suficiente para el buen recibimiento que tuvieron. Juancho Marqués, Sule B, Elhombreviento (quien incluso se arrancó a cantar unos versos en solitario) y Kaplan hicieron las delicias de los seguidores getafenses con canciones como "Por los siglos", demostrando que el grupo sigue estando más que unido pese los proyectos en solitario.

Tras Los Soprano tuvieron lugar las semifinales y la final de la batalla de improvisación. Una final de buen nivel que se saldó con empate técnico entre Errece y Kensuke: los jueces no pudieron decidirse por un ganador y ambos compartieron el premio, todo un ejemplo de elegancia que dio paso la actuación de otro nombre importante del cartel: Arce. El gallego es técnicamente uno de los MCs mejor dotados de la actualidad, pero hay reconocerlo de manera constructiva; su directo no respalda el buen nivel de sus canciones. Será que necesita un corista que le apoye o será que su actuación fue la última hecha bajo el sol abrasador, pero lo cierto es que el perro viejo no logra plasmar sus buenas canciones en directo y no terminó de conectar con el público como se esperaba. O al menos no lo hizo de la manera que lo logró su sucesor en el escenario, Foyone, todo un experto en empatizar con la gente y sin duda uno de los raperos con más carisma de la actualidad. Llegó la noche y eso siempre ayuda en un festival, pero Foyone tiene tablas sobre un escenario y eso se nota, llevando al público al éxtasis con sus canciones, entre ellas la recién estrenada "Tierra de bandíos" en la que salieron Ayak y Prok a colaborar.

Con el público ya en su salsa llegó la que seguramente fue la mejor actuación de la noche: los omnipresentes Natos y Waor (en la foto). Jugaban en casa y su concierto fue la viva imagen de la progresión que están experimentando en los últimos meses estos dos madrileños. Hay que reconocerlo: están en un gran estado de forma. Derrochan energía sobre un estilo propio e inimitable y en cuanto se hagan con un productor que sepa exprimirles al máximo (vease Ikki), sólo ellos podrán definir donde está su techo. Canciones como "Elegante" y "Por ti", dos de sus últimas creaciones, así lo demuestran, ya que fueron dos de los tracks más aclamados en un concierto en el que salieron a colaborar otros artistas como Dual Tod, Chaman, Recycled J (antes conocido como Cool) y Denom (quién ya había salido con Arce) para demostrarnos que podernos estar tranquilos: la nueva hornada del rap se está asentando sobre unos buenos cimientos.

Y eso que no lo tenían fácil los madrileños, ya que tras ellos cerraron el festival uno de los grupos más importantes que ha dado el rap español en los últimos años: Los Chikos Del Maíz. Toni y Nega son frescura en el escenario, de esos pocos grupos que actualmente basan su rap más en el funk que en la electrónica, y su rap político parece no tener fecha de caducidad. Bueno, quizá sí, ya que dentro de poco se separarán y es probable que el de Getafe fuese uno de sus últimos conciertos en Madrid. Sonaba a despedida y por ello además de sus grandes clásicos pudimos oír también canciones de su último EP, entre ellas "Los pollos hermanos", aunque Nega no cantase la parte del beef a C. Tangana ("Si Kase O nunca cantó en directo su beef a Metro, no lo voy a hacer yo" alegó).

Y así, con Madrid rendido al mensaje de los valencianos, concluyó una excelente jornada de rap en el sur de Madrid, y por momentos el Cultura Inquieta nos recordó al festival Cultura Urbana que se celebraba hace años en la capital. Madrid añora y necesita festivales de este tipo, así lo demostró el público con su numerosa asistencia a este evento. En el que el rap volvía a ser protagonista y donde este movimiento nos demostró que sigue estando vivito y coleando. Y lo más importante, nos demostró que los distintos estilos de interpretarlo pueden convivir y entenderse.

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