Macaco, al servicio de la canción

Para un artista que se ha criado musicalmente en las calles de Barcelona, tocar en el Razzmatazz siempre supone un plus de emotividad, presión y responsabilidad. Si además se trata del segundo concierto de una gira, más aún. Algo de todo esto le pasó por la cabeza a Dani Macaco en el inició del concierto de presentación de su nuevo disco, “El Murmullo del Fuego”, en está emblemática sala del Poble Nou. Pero ese gusanillo que le corría por la barriga, acabó en los primeros cinco minutos devorado por los entusiastas coros de todos y cada uno de los presentes en la sala. Y es que como acertadamente decía Don Disturbios en estas mismas páginas: “su propuesta de estribillos coreables, himnos electrizantes y contagiosa base rítmica, ha trascendido para agradar a todo tipo de público.” Y justo está última frase se cumplió más que nunca en este concierto. A mi lado una pareja en la treintena, él sin parar de bailar un momento y ella absorta por cada movimiento de Dani. Otra pareja, que pasaban de largo los cuarenta, con él intentando cantar los estribillos y ella enseñándoselos, como si de una lección mal aprendida se tratara. O una muy joven pareja, él con una cresta espectacular y ella pegando botes y bailando como si se acabara el mundo. Todos lo pasaron en grande.

El concierto empezó con la entrada en el escenario de Didak y Oscar, que tomaron batería y percusiones y de forma espectacular hicieron sonar la “Intro” de ese último disco con la voz en off de Saramago. Enseguida Miki a la guitarra española y rumbera, un enorme Tirtha a la eléctrica y el gran Jules Bikoko al bajo les siguieron. Poco después salió Dani, saludando ilusionado a ese público que estaba dispuesto a disfrutar con él. Sonaron “Una Sola Voz” y “Caminaré” y, aunque son de reciente creación, fueron “karaokeadas” de principio a fin. Un viaje al disco “Entre Raíces y Antenas” con el multirracial “Todos” y de nuevo inmersión en su último disco con “La Llama”, que probó de nuevo las gargantas del público. “Seguiremos”, con esos mensajes certeros y evocadores, y el precioso “Delaveraveraboom”, nos llevaron al momento íntimo del concierto con Dani y Miki en acústico desgranando la marley-ana “Hoy”. Todo esto siguiendo esos preceptos de: “menos es más” que su cómplice banda cumple a la perfección, o su “yo hablo con gestos” que Dani desempeña con esa energía desbordante sin parar de moverse y marcando apasionadamente las inflexiones de las canciones con sus manos o su cuerpo. Segunda parte de escalada rítmica con “Mama tierra”, “Moving”, “Love Is The Only Way” o “Mensajes del agua” (ésta con su declaración de “Amor a lo Diminuto”, que también es el título de su libro), como puntos álgidos y con momento memorable con la “Republica de la Tramuntana”, donde canta en catalán. Después recta final con “Brindo por ti”, “Tengo”, para acabar “Con la mano levantá”. Bis con la mediterránea “Las llaves robadas” y final con “Monkey Man”, esa versión tributo a Toots & The Maytals que esta vez quiso dedicar a los fallecidos Carlos Rivolta (que fue bajista de Dusminguet) y Adam Yauch, MCA, de los Beastie Boys. En total unas dos horas y cuarto de disfrute de esa mezcla de rumba, reggae o funk, o llámalo música global si quieres, pero siempre al servicio de la canción con mayúsculas.