La cantante (y actriz) francesa Louane se unió a la fiesta del día internacional de los museos con su concierto en el atrio del museo Guggenheim. La actuación formó parte del ciclo de conciertos Art & Music que la pinacoteca está organizando durante este 2024.
En las horas previas a su actuación, aprovechamos para visitar algunas de las exposiciones que ofrece el museo, y entre obras de arte pop y vanguardista, se escuchaban muchas conversaciones en francés. Louane Emera se sintió como en casa, ya que a cada comentario, broma o pregunta de la cantante la inmensa mayoría del público reaccionaba y le daba réplica. Puede que fuera por esto que Louane se dirigió al público en todo momento en francés.
El concierto arrancó puntual, con Louane al piano interpretando la dulce “Secret”, composición ésta que abre también su último disco hasta la fecha “Sentiments” de 2023. Una composición muy próxima a la que puede ofrecer la británica Adele, a la que por cierto versionó en “When We Were Young” también al piano. Pronto cogería posición en el centro del escenario trás una mesa casi semicircular con un teclado y varios sintetizadores. Aquí, Louane se hizo más poderosa y esgrimió sus composiciones más enérgicas. Con mucha electrónica pregrabada y otra loopeada en directo, la cantante francesa hizo moverse al público.
Louane compaginó y machimbró sus dos caras, la dulce y melancólica con la fuerte y optimista. En la primera, sus letras y su voz acaparaban todo el protagonismo, mientras que en la segunda, los beats y los graves pugnaban con su voz por el liderazgo. La acústica del lugar reverberó su voz desde los altos techos del atrio hasta las esculturas de La Materia del Tiempo del fallecido Ricard Serra.
La parte central del concierto estuvo marcada principalmente por su pop electrónico. En la línea de Ronboy o Art School Girlfriend, sonaron “Les étoiles”o “ Jour 1”. Destacaron “Parano” y “Donne-moi ton coeur” donde su electrónica consiguió recordar a las desaparecidas noches del Art After Dark del museo.
Al piano “Derriére le brouillard”, “Les excuses” y “Si t’ètais lá” pusieron la carga emocional al concierto. Las atmósferas casi futuristas y espaciales de “La fille” sonaron a una despedida que fue efímera tras su regreso para el bis. Para el fin de fiesta dejó las canciones más comerciales y facilonas “L’avenir” y “Pardonne-moi” donde los estribillos, a los que se sumaba el público, lo eran casi todo, y los que Louane alargó.
Como puntos a mejorar señalar el extenso discurso que dió cuando sólo llevaba dos canciones (luego los fue reduciendo) y la nula presencia de otros músicos sobre el escenario. Con una banda que la libere de la mesa central durante sus composiciones más bailables, su impacto en la actuación sería mucho mayor.
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