Los Coronas refrescan la noche sevillana
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Los Coronas refrescan la noche sevillana

7 / 10
Ana S. Resalt — 04-07-2010
Sala — Pista Digital
Fotografía — Anna S. Resalt

Me encantan Los Coronas. Generalmente me suele poner de bastante mala leche que un concierto empiece con retraso, más si cabe cuando es en domingo y los que aún no tenemos vacaciones o no nos dedicamos a la vida contemplativa tenemos algo que hacer al día siguiente. Sin embargo, teniendo en cuenta que en una casa-tipo sevillana a las once de la noche podría haber una media de 30 grados, se convirtió en una bendición el esperar a Los Coronas al aire libre en una especie de pista de coches de choque en la que habían colocado un escenario por una parte y una barra para el avituallamiento líquido y sólido por otra. Los madrileños se encargaban de abrir el ciclo de conciertos “Al fresco” y ofrecieron lo que coloquialmente se conoce como un “peazo” de concierto. No se puede esperar menos del mejor grupo de surf instrumental del país (y de mucho más allá). En su repertorio tuvieron más peso los temas de su último trabajo, "El baile final…" (Bittersweet, 2009), pero no se olvidaron de meter algunos antiguos y unas cuantas versiones de esas a las que ya no se puede seguir llamando versiones porque suenan tan suyas como si las hubiesen parido ellos. Para muestra sus “Jinetes Radiactivos”, ese fantástico híbrido de Kraftwerk, Johnny Cash, los Shadows (a los que supongo que deben los bailes) y los Pekenikes (esos grandes olvidados). La banda sonora que propusieron Los Coronas movió a un entregado público que fue capaz de disfrutar y sudar cada canción de uno de los pocos grupos de surf/rock instrumental al que “no le suenan todos los temas iguales”: “Youza”, “Soul Surfer”, “Hacha de Guerra”, “Polk Salad Annie” (según explicó convenientemente Fernando Pardo, su “examen” para pasar a cuarto de rock con una versión del Elvis de las Vegas), “Big Wave Riders”, el toque castizo de la fantástica “Los Rumbaleros” o el “Flamenco” de los Brincos. Hubo tiempo para dos bises en los que cayeron su “Maremoto”, “Go Kato Go” y una preciosa “Take Five”, de Dave Drubeck a lo surfero (y suena bien el jazz-surfero, oiga). Todo esto aderezado con los interludios del ingenioso maestro de ceremonias, Fernando Pardo, que no dudó en relatar las peripecias que hicieron que un ucraniano acabara tocando la trompeta en su banda. En el concierto de Sevilla Los Coronas nos hicieron ver matojos secos del desierto, sombreros de vaquero (esto de verdad), matones chungos de la misma Tijuana (por lo menos), luchadores mexicanos, a Tarantino, Sancho Gracia, Curro Jiménez y unas cuantas imágenes de varios spaguetti westerns. Y todo eso en un mismo lugar y sin ningún tipo de drogas, sólo dejándose llevar y orientando un poco los pabellones auditivos hacia el escenario. Lo dicho: me encantan Los Coronas.

Un comentario
  1. Full of salient points. Don't stop beiliveng or writing!

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