No cabía un alfiler ni de canto en la sala Kutxa Kultur Kluba, donde Los Coronas alardearon de poder de convocatoria en una jornada saturada de conciertos. Ataviados con camisas y sombreros vaqueros de color negro, los madrileños regresaban a Donostia para presentar su último trabajo, "Señales de humo" (2017), un doble álbum que repasaron a conciencia durante cerca de dos horas de rock instrumental, sudor y mucha diversión.
Abrieron la sesión con un ‘Pincho moruno’ de aire andaluz y citas al ‘Caravan’ de Duke Ellington, y continuaron con ‘Tono viejo’ y ‘Correvuela’, otras piezas del nuevo disco entre las que se coló ‘Cleopatra Stomp’, aderezada con escenas de la película de Mankiewicz. El quinteto fue poniendo banda sonora original a una alucinante selección de imágenes proyectadas con exquisito gusto: en la fronteriza ‘Drama West’, por ejemplo, recordaron westerns de Kirk Douglas, Clark Gable y otros mitos de Hollywood, y en la surrealista ‘Mulas huyendo de una hostia consagrada’ la pantalla resucitó a Buñuel con las icónicas secuencias de ‘Un perro andaluz’ y ‘La edad de oro’.
Fernando Pardo y David Krahe se repartieron el protagonismo guitarrero en una velada presidida por la música surf a la que fueron invitados toda clase de ritmos. Javi Vacas al bajo y Roberto ‘Loza’ a la batería dieron bríos discotequeros a ‘La fiebre’ -el momento ‘bola de espejo’- mientras que el trompetista Yevhen Riechkalov rindió homenaje a sus orígenes ucranianos aportando sabor eslavo a temas como ‘7+6’.
Pese a su condición de grupo instrumental, hicieron dos concesiones a los espectadores y familiares que suelen implorarles piezas cantadas y ‘Loza’ entonó ‘Secret Agent Man’, de Johnny Rivers, y ‘La hiedra venenosa’, aquella tonada de The Coasters que Los Rebeldes del Rock tradujeron al castellano. Y hubo otras versiones, ya sin letra, pero maravillosas: el inmortal bolero ‘Bésame mucho’, la luminosa ‘Tengo el corazón contento’, de nuestra ‘heroína’ Marisol, y un homenaje a los Ramones titulado ‘Rockaway Surfers’.
Tras la cabalgada final con ‘Big Wave Riders’ y ‘Maremoto’, Los Coronas volvieron al escenario en plan cuatrero para rematar la faena con ‘Sierra yeguas’, ‘Jinetes radiactivos’, ‘Youza’ y un último tributo: aunque amagaron con versionar una de Los Secretos o de los Stones (‘Paint It Black’), finalmente se despidieron con el ‘Day Tripper’ de los Beatles, precisamente la misma canción con la que hace unos días The Stems terminaron otro estupendo concierto en el mismo escenario (crónica aquí). Casualidades rockeras.
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