No siempre ocurre así, pero esa máxima de que "las cosas bien hechas, bien parecen", se refleja en todo su espíritu en la música de Fira Fem. Ya pasó con su debut (e incluso antes, con aquella maqueta que les llevó a ser demoscópicos de Mondosonoro en 2011, cuando asomaba un tropicalismo que con el tiempo ha ido perdiendo posiciones) y ahora, en este segundo trabajo, aún con mayor intensidad, como quedó subrayado en el concierto de presentación en el Teatro Lara, un escenario perfecto para la contemplación, aunque por momentos no hubiese estado de más dejar a un lado las clásicas butacas rojas para, si no romper a bailar, sí al menos acompañar de forma más abierta un sonido que cada vez se muestra más expansivo, con una personalidad que se mantiene intacta, pero que además puede presumir de resistir un "cara a cara" con algunos de los nombres habituales (Caribou, Four Tet, High Places, Washed Out o los mismos Delorean) a la hora de hablar de las canciones del grupo madrileño. Y con el valor añadido de un directo en el que siempre han dado cuenta de esa facilidad para integrar gustos e influencias en un planteamiento que puede sonar abiertamente pop (“Solid Ground”, en el primer tramo de la noche) o buscar una mayor pegada en temas como “Helicopters”. Todo sonó en su sitio, con una exquisita pulcritud, pero sin perder de vista ese componente emocional que siempre les ha acompañado, amplificado por la voz de Óscar de la Fuente.
Aparecen luego apuntes de progresivo, electrónica más bailable y un sentido del humor con toque gamberro, ya sea en “I Fucked Fira Fem Before They Were Namous” o en “Los novios son los nuevos zombies”, en un conjunto donde las dinámicas ganan frente a las texturas, incluso en los momentos más planeadores, caso de “Coda”. Hay espacio para la expansión hedonista, pero también para una calma moderada, como en “Navigates”, desvaneciéndose en un ocaso imaginado; quizá el mejor ejemplo, que no el único, de una propuesta que escapa de la linealidad con puntos de inflexión que van más allá de la propia ruptura que hay, por citar la más obvia, en “Wrong Movements”.
A día de hoy, Fira Fem es bastante más que una promesa; una realidad consolidada con este homónimo segundo álbum, rescatando con orgullo algunos de los mejores momentos de aquel “Aedificatoria” (2012) que marcó su irrupción en nuestra escena. “Pando Light” o “Cine azteca” dieron cuenta de ese pasado reciente, al que ahora se suman nuevos hallazgos para dar brillo a un avant-pop que puede sonar tan rockero como electrónico, dejando al público con ganas de más y a quien firma esto a punto de arrancarse, una vez de vuelta en la calle, a la manera de Pet Shop Boys en el inicio de “Bilingual”: ¿Hay una discoteca por aquí?
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