Haciendo honor al título de su inminente nueva mixtape, La Zowi inauguraba el ciclo madrileño de música urbana, Carrete, irrumpiendo en el escenario al grito de “La Zowi puta, La reina del sur”. Enfundada en unas botas altas en vinilo negro y una especie de corsé rojo, Zoe daba el pistoletazo de salida a su set estrenando un tema nuevo. Una decisión arriesgada para comenzar un show pero con la que conseguía captar la atención de todos los que nos encontrábamos sentados en nuestra silla. Desde los primeros beats industriales del (un poco largo) set introductorio del DJ y productor Mark Luva, una cosa estaba clara: Presenciar un concierto de La Zowi sentado y con mascarilla a las seis de la tarde es prácticamente un experimento social que contaremos a nuestros nietos.
La energía del público pasó de cero a cien cuando comenzó a sonar “No lo ves”, uno de los mejores temas de “Ama de casa”, su mixtape de 2018. Por todos es sabido que La Zowi tiene en su discografía hits que ya se han convertido en himnos dentro de la escena, y no solo lo demuestran los millones de streams en Spotify. Su show en Madrid fue la prueba de ello también en el directo: una sucesión de temazo tras temazo, todos ellos coreados, casi sin dejar respirar entre uno y otro. De hecho, algo curioso (aunque quizá habitual en shows de trap) es que apenas se escuchaban aplausos entre canción y canción. Porque ni daba tiempo, ni la propuesta lo pedía. Un beat se encadenaba casi con el siguiente, mientras sus propios fans gritaban “¡La Zowi, puta!”.
No sabemos si la palabra “puta” tiene el mismo significado para La Zowi que para Zahara, ahora que la segunda ha titulado su nuevo disco como tal, pero lo que sí está claro es que un concierto de Zoe es un entorno seguro para pronunciarla y gritarla a los cuatro vientos. Y, de hecho, “puta” es la palabra que más se repite en la hora y poco de set, apareciendo en las letras de sus canciones en infinitas ocasiones o en alusiones a ella misma, a sus bailarinas, a sus fans e incluso al propio Mark Luva. Muchos han tachado a La Zowi de machista o, al menos, de no feminista a lo largo de su carrera, pero lo del otro día parecía más un acto de apropiación de lo hiriente y de rebeldía contra el sistema heteropatriarcal, que de ofensa hacia la mujer. “No hace falta un marido; hacen falta ratchets, amigas y dinero”, decía la propia Zowi minutos antes de acabar su show. Teniendo en cuenta que entre el público se encontraban muchas chicas jóvenes, creo que es evidente que, desde luego, el discurso final ayuda más que perjudica.
Con un cambio de vestuario incluido detrás de un biombo en medio del escenario, La Zowi compartía el escenario con sus cuatro bailarinas para interpretar, con bien de autotune, temas sobre todo muy recientes. O bien de su última mixtape, “Élite”, como “Filet Mignon”; o bien sus últimos lanzamientos, como “Indecente” (con aparición de Goa sobre el escenario), “Nada” o “Sin modales”, o incluyendo también sus colaboraciones con Soto Asa. Especialmente bien recibida fue “Smartphone”, el último featuring que ambos han compartido en la reciente mixtape de Soto, “Coupé”.
Otro de los momentos álgidos fue cuando llegó el turno de “Empezar de cero”, su canción junto a Yung Beef. No es ningún secreto el pasado sentimental que han compartido ambos, por lo que cualquier cosa que hubiese dicho Zowi para presentar la canción hubiese sido motivo de reacción. Se limitó a decir: “Nunca empecéis de cero. No soy rencorosa, pero no tengo tiempo que perder”. Que cada uno interprete lo que quiera.
Pero el momento cumbre fue probablemente el de la última canción. La Zowi se había dejado en la recámara una última bala muy efectiva que le permitió cerrar el set con un número lleno de energía y acompañado incluso de una coreografía junto a sus bailarinas. Lo que viene siendo dejarlos a todos con ganas de más. “Sugar Mami”, su hit del pasado verano junto a Albany, sonaba en una Riviera totalmente entregada a perrear aunque fuese al borde de la silla. Sin enrollarse lo más mínimo en la despedida, La Zowi se limitó a decirnos: “Os juro que en el próximo os chupo la cara”. Acto seguido, salió por detrás del escenario y, suponemos, se preparó para su segundo pase. Estoy seguro de que, con esa última promesa, más de un antivacunas acaba de cambiar de opinión.
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