Partamos de la base de que el mayor éxito de la noche era la celebración del Tomavistas contra viento y marea. Era la tercera noche en que el festival abría sus puertas tras las actuaciones de Maria Arnal y Marcel Bagés junto a Le Parody el viernes 21 y de Triángulo de Amor Bizarro junto a The Parrots el sábado 22. La jornada del domingo estaba reservada para La Bien Querida y Melenas, y por si no fueran pocas las dificultades de celebrar un festival de estas características con todas las medidas de prevención necesarias a las que obliga la pandemia, esa noche hubo que bregar también con un aguacero que a punto estuvo de echar al traste la celebración de la jornada.
Abrieron Melenas, con más de una hora de retraso que la organización necesitó para solventar los destrozos causados por el chaparrón. A las navarras les costó un poco calentar un ambiente algo frío no solo por la amplitud del espacio, la separación entre el público, la disposición de mesas y sillas y la bajada de temperaturas. Digamos que la intachable seguridad y comodidad del público va en contra del calor y las aglomeraciones que cada vez echamos más de menos en los concierto “de toda la vida”. Entre las canciones de “Ya no me importa si tú me quieres” y “Días raros”, sonó una versión en castellano de “Eisbear” de Grauzone.
A Ana Fernández (La Bien Querida) le costó mucho menos calentar el ambiente: bastaron una iniciales “Miedo” y “Me envenenas” para que subiese rápidamente la temperatura, apoyada además con su banda completa con David Rodríguez (La Estrella de David) a la guitarra y una lista de invitados que abrió Jota (Los Planetas) interpretando “Domingo escarlata” sin sacarse las manos de los bolsillos de la chupa. Pero las mejores armas de Ana Fernández son sus canciones, ya sean “Hoy” o “Poderes extraños”, donde la mayor presencia de la electrónica sienta magníficamente a unas letras que han quedado grabadas en la memoria colectiva de muchos de los presentes. Aunque un tono más grave siempre ha sido aliado de la interpretación de la artista, ahora se lanza a proyectar su voz más arriba, algo que puede descolocar en algunas canciones, pero que favorece el dinamismo del set y acierta en piezas como “Los jardines de marzo”. “De momento abril” fue la única concesión a “Romancero”, debut discográfico de La Bien Querida en un set centrado básicamente en “Brujería”. Después volvería a subir al escenario Jota junto a Lorena Álvarez para interpretar todos juntos “Recompensarte”.
Aunque hasta la bilbaína se quejaba del frío desde el escenario, la temperatura ya estaba muy arriba con “Muero de amor” o “Dinamita”, pero acabó de explotar con “Qué”, interpretada junto a Diego Ibáñez de Carolina Durante, que hizo que todo el público se levantara de sus sillas ante el incomprensible desespero de algún guardia de seguridad. Lamentablemente, el concierto tuvo que terminar tras “La fuerza” para cumplir con las restricciones horarias vigentes actualmente. Esperemos que pronto acaben las dificultades para organizar estas citas que algunos pocos, como el Tomavistas, siguen empeñados en sortear. Brindemos por ellos.
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