Había que estar ahí
ConciertosKylie Minogue

Había que estar ahí

8 / 10
Sergio del Amo — 20-03-2018
Empresa — Doctor Music
Fecha — 16 marzo, 2018
Sala — Bikini, Barcelona
Fotografía — Archivo

Sin que sepamos el porqué, 2017 fue el año en el que muchas divas del pop se dejaron querer en mayor o menor grado por los sonidos country. Miley Cyrus, Lady Gaga o Kesha se encasquetaron el gorro vaquero y rebajaron drásticamente sus dosis de mamarrachismo como estrategia para encandilar al público estadounidense. Y ahora, Kylie Minogue, sigue sus mismos pasos con un álbum titulado “Golden” que, aunque oficialmente no se pondrá a la venta hasta principios de abril, ha querido mostrar en una exclusiva gira de presentación por cinco salas europeas de pequeño aforo como la barcelonesa Bikini. Sin cambios de vestuario, sin bailarines y con una puesta en escena totalmente opuesta a la que nos tiene acostumbrados (el único gasto fue una lluvia de confeti, sin más), la australiana demostró que en las distancias cortas, únicamente acompañada de una banda, cumple con creces.

En 2012 ya hizo algo similar en cuanto a formato en aquel “Anti Tour” en el que reinterpretaba parte de sus caras b y demos. No obstante, esta breve gira le ha servido para testar ante su público más fiel estas nuevas canciones por vez primera. La pregunta es evidente: ¿estamos ante el mejor trabajo de Kylie? Siendo sinceros, no. Pero eso no quita que, atendiendo a lo que escuchamos en primicia la otra noche, sí hayan piezas que cuenten con el potencial suficiente como para que sus seguidores sigan disfrutando de su renovada y más madura propuesta. Más allá de “Dancing”, que pese a su simpleza ha acabado siendo un grower en toda regla, “Shelby ‘68” (dedicada a su padre) o la bailable “A Lifetime to Repair” (que bien podría haber venido firmada por Avicii, aun no siendo el caso) se postulan como algunas de las piezas que mayor recorrido pueden tener una vez el álbum llegue a las calles.

Como es habitual en ella, durante la hora y veinte minutos que duró el show Kylie se mostró igual de sonriente que cercana a su público, demostrando del mismo modo que sus cuerdas vocales pueden brillar sin necesidad de estar arropada por una gran superproducción. Sin duda, para cualquier fan, la noche del viernes fue de esas que se enmarcan en el “yo estuve ahí”, ya que en contadas ocasiones uno tiene la oportunidad de ver a una estrella de su calibre tan de cerca y mundana. Y es más, a sabiendas de que “Golden” no lo es todo, aprovechó la velada para recuperar décadas después las siempre a reivindicar “Breathe”, “Put Yourself in My Place” o “Hand on Your Heart, así como favoritas recientes como “All the Lovers”, “The One” o una “Wow” que no estaba prevista en el setlist y acabó entonando por petición de los ahí presentes. Nadie puede quejarse en absoluto de lo que ahí se escuchó.

 

Sergio del Amo

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