Hay una luz
ConciertosKokoshca

Hay una luz

8 / 10
Alberto Bonilla — 22-12-2020
Empresa — Musika Bulegoa
Fecha — 19 diciembre, 2020
Sala — Dabadaba, Donostia
Fotografía — A.B.

En 2013 los pamploneses Kokoshca lanzaban su tercer disco bajo el nombre "Hay una luz" (Ayo Silver!, 2013), con el que lograron llamar de una forma definitiva la atención de la crítica y de un público que se ha ido acrecentando desde entonces. Hoy, siete años después, Kokoshca no ha dejado de lado nada de ese espíritu tan particular y genuino que los identifica como un grupo imprevisible, ecléctico y sin demasiadas pretensiones. Esa es una de las principales cartas de presentación de una banda que volvió a desembarcar en la sala Dabadaba de Donostia, tras meses sin actividad debido a las restricciones, y con dos pases horarios para contentar al respetable y sofocar las ganas de directo, del público y, por supuesto, del propio grupo. Nada ha sido fácil en este tiempo, ni para la cultura en general ni para la música en particular, pero tras muchos meses parece que de nuevo hay una luz gracias al necesario apoyo de las instituciones, pero sobre todo al imprescindible trabajo de tantos programadores que se han dejado la piel para mantener vivo al sector.

El segundo de los directos de la jornada, que congregó a medio centenar de personas, dio comienzo con una intro de Amaia en su vertiente más jotera antes de dar paso a “Tarde”, una balada a medio tiempo incluida en "El Mal", su último trabajo hasta la fecha, y que sirvió de antesala de uno de sus últimos singles, la irresistiblemente decadente “Calle lloviendo”. Sin saber muy bien qué podríamos encontrarnos tras tantos meses sin verlos encima de un escenario, todos parecían dar por bueno un repaso generalizado a sus trabajos cuando sonaron las notas de “El escultor”, donde Kokoshca muestran su capacidad para facturar melodías memorables sin dar demasiadas piruetas.

Pero llegados a este punto Amaia anunciaba que su próximo trabajo está al caer y que iban a sonar algunas de las nuevas. “Voy a salir de esta”, el primero de los novedosos cortes, demostró una vez más que tienen una habilidad especial para crear éxitos sin caer en los esquemas habituales de la música pop. Lo mismo con “Regresando a la ciudad” y “Confusión”, que revelan que nos depara un nuevo álbum marca de la casa por medio de una desordenada armonía al más puro estilo Kokoshca. “Me arranqué la piel” sirvió de impás para otro de los nuevos temas titulado “Asia”, en el que se homenajea al montañero navarro Iñaki Ochoa de Olza, fallecido en el Annapurna, “donde seguramente él siempre quiso estar”. Debido a las restricciones de horario, el final se precipitó rápidamente con temas como “RBU”, un fijo de sus directos con ese pegajoso desenlace “sin nada soy feliz”, y “Directo a tu corazón”, en la que se revela una de sus mayores cualidades como banda gracias a la inseparable comunión de voces de Iñaki y Amaia. “Te sigo esperando” y la nueva “Aire”, ésta última una de esas hipnotizantes baladas pop a las que ya nos tienen acostumbrados, sirvieron de cierre para un directo que, a petición del público, concluyó con un himno del garaje patrio como es “No volveré”.

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