La segunda visita en menos de un año de Kings of Convenience venía precedida por el éxito absoluto de su actuación el pasado noviembre en el Palau de la Música, así que como era de esperar, el dúo noruego volvió a hacer un sold out, esta vez en la plaza del Poble Español. Teloneados por unos Mishima que, como viene siendo habitual, hicieron un concierto de notable alto (aunque llamarles teloneros da un poco de cosica a estas alturas), la reencarnación nórdica de Simon & Garfunkel apareció sobre el escenario poco antes de las once de la noche. Primero como dúo, durante la primera parte del concierto, el tímido –pero socarrón- Eirik Glambek Bøe y el menos tímido –y encantador- Erlend Øye se dedicaron a interpretar básicamente temas de sus dos últimos discos, con alguna que otra incursión en su debut (cayeron “I don’t know what I can save you from” y “Singing softly to me”). Lo más interesante sin embargo, vino cuando se unieron al dúo Tobias Hett a la viola y Davide Bertolini al contrabajo. Ahí Erlend ya se empezó a animar y empezó su labor de animador, bailando y pidiendo al público que hiciera coros. Fue también el momento de los hits: “Misread”, “Boat Behind” y como, no “I’d rather dance with you” fueron celebradas por el público. Como bises, “Homesick” seguida de una versión de la canción de la pantera rosa que Erlend aprovechó para saltar al público y darse un baño de masas. Sin duda la gente le adora.
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