En las primeras semanas de 2022 apareció el álbum debut de un dúo de Liverpool formado por chico y chica, King Hannah. "I'm Not Being Sorry, I Was Just Being Me" confirmaba todo lo bueno apuntado ya en singles y EPs en una línea enigmática y atmósferica que podía remitir tanto a Mazzy Star como a Portishead. La repercusión del álbum llevó a Craig Whittle y Hannah Merrick, originaria de Gales, a girar tanto por Europa como por América. Cuando llegó el momento de dar forma a una continuación, resulta que la estancia por el nuevo continente se había colado en su adn y esa penetración de sombras americanas se adueñó en parte de sus nuevas composiciones. Y en ese punto se acercaban este martes al Dabadaba donostiarra ante una buena entrada de unos 250 asistentes.
Que un grupo con sólo dos álbumes centre la mayoría de su set en el segundo es loable por un lado, pero quizá erróneo cuando la mezcla de ambos habría resultado perfecta. "Big swimmer", aún siendo un buen disco, no da para casi acaparar por completo un set de 80 minutos. El comienzo fue extraordinario, "Somewhere near el Paso", que ya en el álbum pasa de los ocho minutos, desarrolla todas las virtudes del dúo (cuarteto en vivo, con un batería excelente y un bajista que también cubría un pequeño teclado). Contiene ese misterio brumoso del inicio de sus canciones con Hannah y su susurro grave hasta que las guitarras copan y descarnan el espacio. Podría concebirse casi como una simbiosis entre la languidez elegante de compañeros de generación como Dry Cleaning y el sedimento histórico de los Crazy Horse protogrungre, incluso con algunas gotas de experimentación noise. El vestido rojo de volantes rematado con unas Adidas de andar por casa de Hannah simboliza esa juego un tanto dirty-cool, si se permite la licencia.
A partir de ahí el protagonismo de dicho álbum es casi absoluto. Sólo recuperan "Go-Kart Kid (Hell No!)" del primero, una muestra de sutileza e intriga a partes iguales, hasta que estalla la tormenta guitarrera sin que se pierda esa cadencia subyugante. Después viene "John Prine on the radio"y "Suddenly, your hand", dos temas de mecedora country. Calma que rompe la seductora "New York, let's do nothing, más rockera en su esqueleto instrumental y los recitados pospunk artie a lo Dry Cleaning o Sinead O'Brien, y la rítmica y melódica "Davey says", mientras Hannah bromea con el espectador que aparece y desaparece en el cristal de la sala que da a la terraza.
"State trooper", la canción que Springsteen hizo para "Nebraska" del 82, influida por Suicide, conoce una extensión en manos de King Hannah, con un duelo final de guitarras y gritos agudos. Una maravilla que a nada que uno se deja llevar, transporta a ese ladrón de coches que escapa por carreteras desiertas. "Crème Brûlée", rescatado de su Ep de 2020 cierra con toda su carga ensoñadora. Para el bis se reservan "Big swimmer", la canción que abre y titula el álbum, con Sharon Van Etten en la grabación. Sale Hannah sola con guitarra acústica hasta que se incorpora el resto a mitad de tema, una balada donde vuelven a aparecer esas sombras americanas. La despedida final viene con "Blue Christmas", que acaban de publicar en single, un viejo villancico de 1948 que Elvis popularizó casi una década después. Ellos mantienen el bello y vetusto ambiente original.
La velada tuvo un entremés magnífico en la media hora de Joe Gideon, un músico tan desconocido como sobresaliente, a pesar que en su trayectoria de algo más de dos décadas, iniciada con el grupo Bikini Atoll a principios de siglo, ha trabajado con Steve Albini o el Bad Seed Jim Sclavunos, y girar con Nick Cave y Seasick Steve. Acompañado del multiinstrumentista John J Presley, algo más joven que él, Gideon ofreció seis canciones en poco más de media hora (la mitad pertenecientes a su muy destacable último álbum "Altered self" de mayo de 2024), con voz y entonación a mitad de camino entre Peter Hammil y Mark Lanegan, y una especie de blues-rock progresivo, introspectivo y experimental (incluso introdujo un flautín en la última "Wild & free") que nos dejó con ganas de mucho más.
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