Ken Stringfellow, concierto inmersivo

Hora y media de concierto, un aforo de apenas cincuenta personas, y un Stringfellow armado tan solo de su guitarra Gretsch Electromatic, un teclado, y ocasionalmente la armónica para ofrecer un concierto íntimo y generoso. Puede que la fecha del evento no fuese acertada o el poco rodaje de su nuevo disco, "Danzig in the moonlight", presentado en Europa el 1 de octubre, no vendiera más entradas. Pero el público que asistió al único show del compositor de Seattle en Andalucía, se sintió mimado, querido y protagonista de la noche.

El peculiar nombre de su nuevo trabajo refiere a la ciudad de Gdansk (Danzig en alemán), actualmente en Polonia e históricamente una ciudad independiente, libre de cualquier otra nación durante dos guerras mundiales, Ken se acoge a ese “mundo propio” para plasmar su impronta. Previamente, el grupo granadino Alondra Galopa presentó su disco “Abriendo Alma y Mente” a través de nueve canciones, donde sus letras hablan de la incoherencia del ser humano y de su papel en la sociedad.
El cofundador de The Posies de manera inteligente y ante su escaso aforo para un recinto tan grande, sustituyó el escenario por el foso, obligando a realizar a los técnicos del Isidoro Maiquez un ejercicio de rápida improvisación. Poco a poco fue bajando micrófono, guitarra, teclado, hasta su copa y botella de vino, que más tarde compartió con los allí presentes. Todo un acierto de Ken, redujo metros de frialdad en un sólo gesto y haciendo que el respetable fuese cómplice de su cercanía.

En su búsqueda de la sencillez y lejos de artificios, alza su peculiar voz sin micro, conmoviendo a la sala. Ken está tranquilo, relajado, entre tema y tema confiesa las inquietudes musicales que le llevaron a conformar su último álbum en solitario, lleno de canciones profundas, desgarradas, explorando nuevos caminos dentro del pop, influenciado sin duda por el contacto constante con otros músicos en su trayectoria como productor. Sus letras muestran un estilo único, desafiante y provocador en sus composiciones, como en “Jesus Was an Only Child”, “110 or 220V”, “Shittalkers”, “Pray”, “History Buffs”, o como la bellísima “Doesn´t It Remind You of Something”, cantada a dúo con Mónica Navarro, la voz femenina de Alondra Galopa.

Stringfellow quiere recuperar la puesta en escena de su anterior disco, “Touched” (2006), haciendo gala de la sencillez minimalista que pretende plasmar en su extensa gira por nuestro país. Es cierto que se hace raro verlo trajeado, sentado, hablando de cómo se debe afinar una guitarra, o invitando a los asistente a comprar sus discos y camisetas que ha sacado de una vieja maleta, ya que vienen a la memoria las imágenes de cuando apareció trasvestido en el escenario principal del festival Monkey Week 2011, mostrando su lado más divertido y salvaje junto con los de Leda Tres. Pero una vez más ha conseguido desmarcarse entre tantos proyectos musicales, y ofrecernos una versión de sí mismo amable y pura, dando otro giro de tuerca y acercarnos a sonidos más intimistas y personales.