El limbo es mejor que el cielo

_juno acogió en su limbo particular a las almas extraviadas que acudieron a su concierto en Bilbao. El dúo formado por Zahara y Marti Perarnau IV planteó un viaje extraño: de la quietud de una habitación de hotel a la oscuridad de un Londres pandémico o un Los Ángeles postapocalíptico. Una propuesta mucho más sugerente que el maniqueísmo del cielo y el infierno.

Se presentaron ataviados con sendos buzos, a lo Doc de "Regreso al Futuro", como anunciando el trajín que vendría después. La primera incursión fue sosegada: una "_BCN747" abrigada “solo” por las dos voces y la guitarra eléctrica de Martí. Enseguida pasaron a su Delorean particular, un despliegue de instrumentos con los sintetizadores como protagonistas daba pie a los ecos celestiales de "_LHR410" y a una vibrante y ansiosa "_BCN626" que enganchó con el público. El futurismo ya estaba anunciado, y llegó con "_La Canción Que No Vas a Hacer Hoy"; un nuevo amanecer sensual: “quítame la ropa interior que no llevo”.

En "_Steffan Berkhahn" homenajearon al DJ Dixon mientras ajustaban cuentas con cierto prototipo de asistente a concierto, privilegiado y postureta, a quien tuvieron a bien bautizar como Coachella. Fue la antesala de la balada política con bandera ardiente al fondo de "_La Biblioteca Nacional" y el romanticismo mágico de "_El Infinito", con una interpretación tan perfecta de Zahara que parecía que se le iba a romper la voz. "_Los Feliz" fue un espectáculo evocativo de la inmensidad y hostilidad de un Los Ángeles cinematográfico, el de Michael Mann en "Heat".

Aquello no era una simulación, una voz en off se encargó de recordarlo, y Perarnau lo confirmaba: “lleváis hora y veinte muertos”. El piano apareció íntimo en "_Cuando Llegué Yo Ya Estaba Aquí", ardiente en "_La Aseguradora de Incendios" y fantasmagórico en "_Casamurada". “Siempre hay una vida esperando” comenzó a entonar Zahara en el outro hechizante de "_Los Otros", que apelaba al multiverso desde reminiscencias M83. El dúo gozaba en el crescendo mientras la masa danzaba, ya en pie gracias a los sonidos techno. En la apabullante "_Anikillación" consiguieron que el auditorio, totalmente inmerso, corease “lo que nos merecemos, la aniquilación”. _juno les había convencido: el limbo es mejor que el cielo… Y que el infierno.