Curiosamente podemos decir que José González es uno de los músicos más activos de la actualidad con solo dos discos editados a su nombre. Como si de un Will Johnson del folk de autor se tratase, al sueco le vuelve loco expresarse en directo, girar por España (esta es la quinta visita a Madrid que le podemos contar en pocos años) y experimentar con todo proyecto musical que se le ponga por delante. Haciendo un parón en su ‘etapa Junip’, el autor de ‘Veneer’ se hace acompañar ahora por una orquesta de corte clásico con la que se ha embarcado en una nueva gira. Y hay que afirmar que junto a The Göteborg String Theory su música ha ganado muchos enteros y sus recitales parecen así piezas más completas, compactas, con un hilo narrativo musical que une cada fragmento, llegando a hacer que sus conciertos hereden en cierto modo la esencia y la forma de una ópera contemporánea.
Todo el potencial del minimalismo sonoro que habita en sus composiciones se multiplica ahora por veinte (tantas como miembros tiene la banda de su ciudad natal) para intensificar así el dramatismo y la expresividad de su cancionero. No hay temas nuevos en el set-list; todo ‘viejos’ éxitos y alguna que otra transición instrumental firmada por la orquesta. En la inaugural ‘Hints’ apareció solo con su guitarra, pero en ‘In Our Nature’ ya se habían sumado percusión y piano. A partir de ahí y con veintidós personas sobre el escenario el concierto se convirtió en un exquisito delirio sonoro donde primaron los exuberantes arreglos orquestales mientras violas y violines iban construyendo un colchón para el resto de instrumentos. Durante el conjunto que formaron ‘Abram’, ‘Hand On Your Heart’ y ‘Cycling Trivialities’ los músicos oxigenaron el ambiente tocando de manera introspectiva, abriendo así una fase de reposo acústico a mitad de recorrido; calma que se rompió definitivamente con el estallido de ‘Teardrops’ y ‘Down The Line’, llegando a sonar tan apoteósicos y expansivos como intensos, envolventes y sobrecogedores.
Solo un pero, y es que fue una lástima que con tan poderoso acompañamiento fueran pocas las veces que pudimos admirar esa personal forma de tocar la guitarra con la que González consigue unir las líneas melódica y rítmica en un único instrumento.
Yeah, that's the titekc, sir or ma'am