Escéptico y con escasa confianza en ellos. Con esas expectativas me presentaba yo en la sala Bikini. Y no porque ellos no tengan ni las condiciones ni la posibilidad de ofrecernos nuevamente una gran noche de sudoroso rock n´roll, sino porque las últimas experiencias con ellos no invitaban al optimismo. Aunque el que tuvo siempre retuvo, y afortunadamente el trío aún tenía una posible bala guardada en la recámara. Es cierto que ya no son ni serán nunca más aquella apisonadora que trituraba sonidos, la energía ya no puede ser la misma que la de antes, puesto que los años no pasan en balde, si bien cuando la actitud es positiva, se pueden suplir sobradamente esas carencias. Y a los cinco minutos de haber empezado el concierto, nada más pisar el acelerador, el numeroso y variopinto público que abarrotaba el coqueto recinto supo que la cosa prometía, que nos podían devolver las alegrías de antaño, y tras ver y vivir muy de cerca el declive del grupo y asistir a actuaciones ciertamente anodinas, por suerte la Jon Spencer Blues Explosion volvía a carburar como debe. Poco importa que es lo que hagan o decidan, que el repertorio sea uno o bien sea otro, ellos solo quieren tocar, imprimir mucho ritmo, y a poder ser endiablado, ir cambiando constantemente, empalmar una canción tras otra, no parar ni para beber agua. El sonido era excelente, no lo hicieron para nada de manera atropellada como otras veces, tampoco fue una dinámica demasiada plana, y lo cierto es que todo estaba en su justa medida. Tras la buena inercia con su proyecto paralelo Heavy Trash, Jon Spencer no ha perdido fuelle, todo y que físicamente está castigado, Judah Bauer continua aporreando las cajas como un salvaje, y Russell Simins sigue siendo el complemento perfecto. Con “Bellbottoms” como fin de fiesta, el trío abandonó las tablas con la sensación de que aún tiene cuerda para rato, y que como mínimo, los que fueron esta vez a verles y a gozarles, a la siguiente ocasión también repiten. Ese es su mayor triunfo. Que continúen
Y el telonero, Macho?
Veo que la prensa castiza sigue sin darse cuenta de que una noche de concierto con telonero significa que otro grupo tocó, y que, como mínimo, se tiene que tomar en cuenta, no sé, nombrarlo, por ejemplo?
Me parece vergonzosa la crónica del concierto. Para hablar de un grupo hace falta documentarse un poco. Resulta que el que continúa aporreando las cajas no es Judah Bauer sino Russel Simmins pero bueno..., craso error, parece que el cronista es un tipo docto en la banda pero da pena.
Me hago varias preguntas, ¿para que hablar del repertorio?, después de un montón de años desde el damage ¿tocaron alguna nueva canción?y por último ¿el que escribe es gay? ya que lo más relevante que escribe es que Jon está físicamente bien. ¿Esto que es?
Castanardo chupame el final de tu apellido
prensa castiza? aJAJAJA. tu sabes quien es JOAN S LUNA y de donde es el mozo? jajajaja
A mí el sonido me pareció muy malo, sobretodo la sección de voces sonaba fatal en muchas partes del concierto.
no puedo creer esta critica,yo estuve ahi y es uno de los mejores concierto de rock que se pueden ver,a este tipo que critica le gusta el pop, la blues explosion es uno de los mejores power trio del mundo,estos si que son musicos de verdad,comprometidos con el rock¡¡¡¡
Una pena de comentario...triste...sin ideas...un espacio utilizado sin contenido...el que estas viejo eres tú crak!!!
Yo no vi que Judah Bauer aporreara ninguna caja. ¿Coqueto recinto? ¿Qué temas tocaron? ¿Y como los tocaban? ¿Enteros? ¿Que no pararon ni para beber agua? ¿Y los teloneros?... Esto no es una crónica. Tanta palabra para no explicar NADA.
Great stfuf, you helped me out so much!