Último tema. Joan Colomo interpreta en solitario “Tus pies”, una de las canciones más bellas y sensibles de su último LP. Para ello pide al técnico luces de discoteca (de “fiestón”, en concreto), y al batería, que ya recoge, se le ocurre acompañarle en pleno clímax con el bombo. Colomo improvisa con sus pedales hastar terminar abruptamente, sin cierre, y luego sortea entre el público una copia de su último single (el único que había traído) con un concurso que inventa sobre la marcha. A los amantes de la música en vivo sin sorpresas, medida, estudiada al milímetro y repetida cada noche en diferentes lugares, probablemente les espante el carácter y la propuesta de Colomo, un talento inquieto con cada vez más evidentes dosis de genialidad a pesar o gracias al caos.
Por su guitarra y su voz fluye con pasmosa facilidad la musicalidad, perfectamente extendida a través de una banda formada por Guillem Caballero (teclado), Xavi García (bajo), Pablo Salas (batería) y Carlos Leoz (guitarra), predispuestos y enchufados en todo momento. Aunque manteniendo una actitud siempre relajada, propensa a los cambios sobre la marcha, los catalanes fueron mucho más al grano que otras veces quizá por falta de tiempo, ofreciendo un concierto certero, muy divertido y breve en consecuencia. Pudo tener que ver también su reciente experiencia en Cataluña con la llamada “Gira capital”, en la que lograban el reto de tocar en las cuatro capitales de provincia en el mismo día con una planificación necesariamente estricta.
El antaño líder de La Célula Durmiente y miembro de The Unfinished Sympathy volvía a visitar Madrid en esta ocasión para formar parte junto a Jamie 4 President del ciclo Sound Isidro, que tantas alegrías nos está dando durante el presente mes de mayo en la capital. Sin necesidad de reservas, mostrando pronto las mejores cartas en forma de canciones como “Pirotecnia barata” o esa delicia pop que es “La Tercera Guerra Mundial”, una de sus últimas canciones, el concierto avanzaba veloz alternando y a veces casi confundiendo español y catalán con “El Fong i el Llangardaix” o el ya básico “Todo es tan jodidamente relativo”. Ironía, gracia y complejidad en sus textos, y es que el buen humor con el que el músico afronta el oficio no logra esconder un repertorio cada vez más plagado de buenas canciones.
“Y cada día más, y cada vez mejor”, cantaba Joan mientras la banda acompañaba el ritmo a las palmas, entre un montón de cables y pedales que tomaron el escenario en el cambio de banda. Antes, Jamie 4 President ponían todo de su parte y encontraban tiempo para presentar algunas de las nuevas canciones que ahora preparan, en ese punto convergente entre el power pop más clásico y el indie vanguardista que practican. Estupenda noche de martes, de verano anticipado y obviando el fútbol con gorras de chulapo.
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