Noche lluviosa y desapacible en la calle que contrastaba con el acogedor ambiente dentro de la sala Boogaclub de Granada. Y es que se trataba de la segunda entrega del Ciclo Caleidoscopio, auténticas veladas para sibaritas donde los asistentes disfrutan de conciertos especiales previamente agasajados por un surtido cocktail de bienvenida. Incluso algunos, los que se hacen con una localidad Vip, acceden a un pequeño velador a pie de escenario donde ven el concierto cómodamente sentados en una mesa colmada de aperitivos. Inmejorable platea la que se encontraba Jero Romero para presentar las canciones de su debut "Cabeza de León".
Muy agradecido al verse tan arropado -no escondía su satisfacción al ver más de tres cuartos de aforo delante de él-, porque como apuntó, este nuevo viaje se encuentra ahora en su kilómetro cero y tal y como están las cosas, es más difícil sumar audiencia en los conciertos que mecenas en una campaña crowdfunding. Pero eso sí, despacio, igual que el discurrir de sus canciones, con ese discurso pausado en el que el ex Sunday Drivers alarga las frases, es lo que tiene ahora escribir en castellano, en un pentagrama que otorga a cada sílaba una negra, y en directos íntimos como este, negra y media. Porque al líder de los Jero Romero, como bromeaba en su presentación, le gustan las conversaciones calmadas, como las que tiene en cada una de sus letras, donde todo está medido, no hay una voz por encima de otra. En Granada el público coreaba cada una de sus canciones impaciente de que llegara ese momento de mayor emotividad, esa subida de tono que esbozan temas como "Las leves", sí, ese compás en el que paradójicamente la letra dice quiero mi tristeza, le pedían con la mirada que rompiera por un día esa estrofa interminable de "Devolverte". Las primeras filas, los de las mesas se olvidaron de los benjamines de cava para animar a Charlie Bautista a que estrujara más el mástil de su guitarra en el riff de "Señor gigante". La hinchada pedía más y Jero les dio más: Dos canciones que no están en el disco, "Narciso" y "No hay", una versión, "El Refugio de Superman" de The New Raemon, porque según aclaró, a modo reivindicativo todos los temas de otros que interpreten en la gira serán de grupos españoles actuales.
Pero pese a las cervecitas, el vino, las bandejas de canapés y la hora y media de concierto los fans de Jero Romero, porque los que había allí lo eran, seguían insaciables. Y a modo de bises se despidieron con "Adelante bonaparte" de Standstill y "El as" que es el último corte del disco, nada fuera del guión, porque todo está empezando, y sí, cabeza de león, pero pasitos de ratón.
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