ISIS

La asistencia no ya de miembros de pujantes combos locales –The Price Of Ink, esos Breach que han colgado los bártulos, Nine– sino de nada menos que una ex concursante de la versión sueca de Gran Hermano no hace sino reforzar la condición de Isis como banda que suena en todos los corros, Terrorizer incluido, y que el 6 de abril se presentará en Barcelona junto a Fennesz. Aspectos faranduleros al margen, abrieron las hostilidades Switchblade, un combo de la capital que no se prodiga en directo. Su propuesta, íntegramente instrumental, se torna deliberadamente tediosa conforme discurren los temas, pero hay que reconocer la labor de su batería, Tim Bertilsson: regenta la tienda de discos/distribuidora Sound Pollution, y acaba de editar la versión vinilo doble de “Oceanic” (Isis) en su sello, Trust No One Recordings. Siguieron 27, un trío de Boston cuya última referencia, “Animal Life”, ha visto la luz en Kimchee Records, disquera en la que Geoff Farina (Karate) ha sacado cosas en solitario. Emplean una guitarra barítono y algún sabiondo definió su propuesta como “Pink Floyd si grabaran en un dormitorio con Aimee Mann a la voz”. Saltaba a la vista que iban a lo suyo, y agradaron con cortes como “Cavalla”, que cerró su actuación.Cabe suponer que para poder decir que Isis se salieron habría que estar bien familiarizado con su discografía (y tenerla en un pedestal). Como no es el caso, simplemente los recomendaremos como un grupo pétreo, lineal, capaz de hacer uso de hasta cuatro guitarras –en ”Weight”, para la que contaron con la colaboración de dos miembros de 27– y de obtener momentos de gran brillantez. A lo largo de sesenta y cinco minutos, sin bises, se mostraron a menudo catárticos, aunque en ocasiones pueden resultar más dispersos que otra cosa. ¿Se echa en falta mayor concisión? A lo mejor es que, como decía Ian MacKaye, si quieres que los temas rápidos ganen velocidad, debes intercalar lentos; para que los duros lo sean aún más, has de tocar alguno suave. Con Isis las partes aceleradas brillan por su ausencia, pero de intensidad saben un rato.