La Sala Apolo abría sus puertas el pasado miércoles por la noche a un público hambriento de reggae, dub, trip hop y, sobre todo, buenas vibras.
El dúo formado por Leire Villanueva y Alberto Iriarte y conocidos como Iseo & Dodosound compartieron con los 1.300 asistentes ayer en la mítica sala del Paralelo una experiencia catártica en la presentación de su tercer y último álbum "Blossom", que germinó durante la pandemia y brotó en primavera de 2022. Nos contaba Leire (Iseo), en una entrevista después del lanzamiento del álbum de la mano de Twin Cats Records, que el título del disco simboliza este nuevo florecer personal y artístico, con la exploración de nuevas formas, después de una etapa tan incierta. En el concierto estaban agradecidos: “Nos alegramos mucho de poder florecer con vosotros!”
La característica iluminación rojiza del Apolo teñía los rostros expectantes de los asistentes, un público bastante diverso de una media de unos 25 años que, pese a estar impacientes, estaban relajados sabiendo que iban a formar parte durante un par de horas de algo muy bonito, mucho más grande que ellos y que les haría salir con una sonrisa melancólica y tierna, embriagados por la ambrosía que acababan de probar.
Dodo, dos trompetistas y dos saxofonistas emergieron de la oscuridad del escotillón y ante una gran ovación empezaron a tocar "Les Choristes", la canción de Bruno Coulais para la conocida película homónima. Los gritos y silbidos fueron subiendo progresivamente de decibelios hasta alcanzar su tope con la aparición de la fantástica Iseo cantando “Vois sur ton chemin, gamins oubliés, égarés…”. Después de esta entrada triunfal siguieron con el tema "Blossom", el primero del álbum, acompañado de visuales de distintos tipos de flores abriéndose a la vez que lo hacían, poco a poco, los corazones de los asistentes y haciéndole justicia al nombre de su gira: "Blossom in the club".
La cantante, con una sonrisa pegada a la cara, agradeció al público su asistencia y que estuviesen tan arriba. “Barcelona, ¿qué quieres que te diga? Eskerrik asko por estar aquí esta noche!” Continuaron con dos temas del nuevo álbum," Infinity" y "I Wonder", el tema del último álbum con más streams en Spotify. Siguieron con un gran repertorio alternando temas de "Roots in the air" (2017) y "Blossom" (2022).
Los vientos impecables de los Mouse Hunters, la banda que acompaña al dúo, un buen bass y un dub mucho más presente en el nuevo álbum dan protagonismo al Grandmaster Dodo, que parece no apoyar los pies en el suelo en ningún momento. Todo un grasshopper, eso sí, con las manos siempre en la mesa de mezclas.
Uno de los momentos más esperados de la noche se dio cuando el dúo, en esta ocasión sin los Caza Ratones, tocó "Dance Forever", sin duda una de las favoritas del público y el tema cuyo videoclip se grabó el pasado agosto durante las fiestas de Lumbier, el pueblo del que desciende Leire Villanueva. A continuación, dieron paso al momento del bolo al que llaman “el balcón”, grabando una instrumental en directo y cantando encima, sentados en la parte frontal del escenario. Más allá de la tercera fila solamente se les veía las cabezas, pero lo importante era oírlos. Tocaron su versión de Mad World, Zombies, "My Art on the Market" y "Esa mujer", la empoderante canción que sacaron hace tres años en el 8M que la cantante acabó de pie y con el puño alzado.
Después de recoger el set balcón, volvieron a salir las dos trompetas, el saxo tenor y el barítono. La primera nota de "Digital Shots" hizo gritar al público al unísono, una de las favoritas de los fans más rootsies. Siguieron con "Freedom", otra de las predilectas de los seguidores más antiguos dado que fue uno de los primeros temas que sacaron, acompañados de lo que parecía ser un coro que provenía del público que hizo que le temblara la voz de la emoción a la vocalista. Destacó el solo de flauta travesera del saxofonista tenor. Pasaron por temas como "Chan Chan", "Frozen Desert" y "Pink Safari", entre muchos otros, hasta llegar a "Broken Speaker", uno de sus mejores sencillos.
Hubo muchos momentos en los que la banda parecía anunciar el final del espectáculo, pero nos acababa sorprendiendo con unos temas más. Iseo regaló a su fiel público barcelonés un momento muy íntimo con su guitarra eléctrica blanca y su amplio registro vocal. Su dulce voz acarició nuestros oídos con la versión acústica de "Dame". Acto seguido pidió tranquilidad y cerró los ojos unos instantes antes de empezar a cantar "Txoria Txori". Se hizo un silencio sepulcral, pero no podía haber más vida en la sala. Después de una grandísima ovación, Iseo rompió a llorar, se tapó la cara y se puso la mano en el corazón. “Esto es lo único que hace que me olvide de la vida que tengo fuera del escenario, porque cuando se acaba el concierto la capa desaparece.”
No es casualidad que en la mitología griega Apolo, dios de la luz y el sol, la verdad y la profecía, la música y las artes, se casase con la que los griegos nombraban “la de la bella voz”, una de las nueve musas, Calíope, la musa de la elocuencia y la poesía. Iseo encarnó esta figura poderosa y nos trasladó al Olimpo del reggae, al más puro estilo Rototom pero con la intimidad de una sala como la del Paralelo.
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