Sam Beam es el colega que todo el mundo querría tener y además un músico impresionante. Cercano, bromista, juguetón… “Hacía mucho tiempo que no venía a Madrid. Es divertido llegar desde tan lejos y ver cómo la gente reacciona de una forma tan brutal a tus canciones”. A un repertorio que el artista cedió completamente a las peticiones del público. Que entre gritos y aplausos, acabó apostando por temas como ‘Half Moon’, ‘Each Coming Night’, ‘Tree By The River’ o ‘The Trapeze Swinger’.
“Esta canción me hace sentir muy mayor”, comentó Sam entre risas. “Parece que fue ayer, pero ya han pasado diez años”. Solitario sobre el escenario, con dos guitarras acústicas a las que mimar y una copa de vino tinto. Nos llenó de grandes recuerdos y nos hizo disfrutar como niños. Y es que, tras la cita, aún resuena su voz en nuestras cabezas y sigue viva esa capacidad de conseguir que más que un concierto de mil personas fuera una gran reunión de amigos. La próxima vez no tardes tanto en volver Sam.
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