Iron And Wine

Hubo un día en el que Sam Beam era un humilde profesor de cine en la Universidad de Florida para el que la música era un simple hobby. Ni siquiera sus alumnos podían esperar lo que sería de él. Y hubo un día en el que los austeros y sinceros acordes de sus primeras grabaciones entraron en el corazón de muchos de nosotros y nos hicieron más alegres la mayor de las tristezas. Pero si hubo un día en el que alguno de nosotros desconfió en cómo sería un concierto del americano más allá de las paredes de un bar pequeño, con una acústica (y su hermana, eterna acompañante), el concierto que dio en la barcelonesa sala Apolo sirvió para convertir hasta a los más puristas. También porque considerar que una banda con miembros de Calexico o Califone y un ex-Wilco no es una banda cualquiera, es un mazo, una misma unidad de grandes artistas capaces de sonar cómplices en todo momento, compactos hasta en los instantes de mayor libertad y de que incluso la más solitaria de las composiciones se viera arropada por un invisible y tierno abrazo. Destacaron “Upward Over Mountains”, “Pagan Angel And A Borrowed Car”, “Sodom, South Georgia” y hasta “Woman King” convertida a la psicodelia folk. Las canciones que se sucedieron sin descanso en un concierto mágico y sin fisuras hasta el cierre, con una acústica, “He Lays In The Reins”. Y es que Sam Beam puede que haya iluminado muchos días en nuestra vida, pero el de ayer tardará en borrarse de nuestra mente y de nuestros corazones.