Petti es uno de los secretos mejor guardados de la escena musical vasca. Proveniente de la inabarcable escena musical de Bera (Nafarroa), estuvo involucrado en varias bandas rockeras de la zona hasta que en 1999, fruto de sus subidas y bajadas vitales a los infiernos, decidió componer en solitario. Una voz atronadora, un sentimiento bluesero auténtico, devoción por los grandes clásicos y una pericia con la guitarra inusual vistió unas historias profundas, doloridas y arrastradas con el mejor de los mantos, acompañado además de una banda de prodigios –jóvenes entonces- de esa prometedora e inexplicable escena, la de Bera: Petti&Etxeko Uzta, ‘lo mejor de la casa’.
Una docena de discos, trabajos compartidos, participaciones en recopilatorios y numerosos conciertos en solitario –a flor de piel-, así como electrificados con banda –auténticas tormentas sónicas- avalan un recorrido impecable, que desafortunadamente debido a los ciclos de la vida y a la falta –siempre- de promoción y management, no le han hecho justicia.
Ya en plena pandemia, pudimos disfrutar de un enérgico directo de Petti con su banda en el mismo emplazamiento, que fue un auténtico regalo. Más recientemente, la banda encabezada por Petti decidió por su cuenta preparar un set para homenajear al fenecido gran Mark Lanegan, ¿qué mejor candidato para encarnarlo que el más profundo y visceral bardo navarro? Un único bolo que se celebró en el Kafe Antzokia de Bilbo dentro de las especiales jornadas de Izar&Star coordinadas por el incansable Javier Corral ‘Jerry’. Cuál fue nuestra sorpresa al comprobar que el homenaje –con algunos cambios- se vería repetido en el Teatro Amaia de Irun, junto a la también banda navarra Juárez.
La proyección de la colorida “Luna Menguante” sobre el escenario del Centro Cultural Amaia marcó el inicio del concierto de los pamplonicas Juárez. Desde el momento que agarraron sus respectivos instrumentos, el quinteto no paró de regalarnos joyitas poperas generosamente acompasadas por guitarras hipnóticas y dulces melodías. Abarcaron principalmente sus dos últimos trabajos “Luna Menguante” y “Entre Palmeras”, seguramente sus mejores; y no faltaron, por supuesto, “Duerme entre Tú Y Yo” o “El Sol En Movimiento”. La llegada de su himno irónico “Champagne Francés” se ganó los silbidos de algún emocionado y con “Entre Palmeras” acabaron un set redondo que consiguió captar la curiosidad de más de un asistente. Porque, como pudimos comprobar, Juárez es sinónimo de calidad, exquisitez y profesionalidad.
Petti siempre se ha confesado ferviente seguidor de Screaming Trees entre aquellas bandas de los 90, y ya en su segundo trabajo el navarro hizo suya ‘Pendulum’ trayéndola al euskera. Arrancó con este tema, despojado esta vez -¿por primera vez?- de su gitarra, pero acompañado por ello de un invitado de lujo, el guitarra Joseba Baleztena Lenoir, además de esa gran banda formada por los hermanos Telletxea, formidables puntales rítmicos y el incomesurable Joseba Irazoki a la guitarra principal.
Auténtico respeto y admiración por aquellas obras de Lanegan: con el punto adecuado de profundidad, oscuridad y fuerza van desarrollándose ‘No one knows’, ‘Winter song’… con el contrapunto cercano del bardo navarro. A continuación, ¡más sorpresas y talento! Sustituye a Telletxea al bajo Mikel Irazoki, también de Bera, uno de los músicos más veteranos y con más proyección de dicha escena, que fue vanguardia con los no-entendidos-en-su-momento M-ak y que es un valor seguro en la escena estatal. Con él despachan ‘Ugly sunday’, ‘Unbalanced pieces’ y ‘Egun bat gehiago’, esta última, una de las primeras composiciones de Petti cuyo bajo grabó Mikel. De ahí y con Telletxea de vuelta, fuimos bajando a los infiernos: ‘The gravedigger song’, ‘Julie paradise’, ‘Where did you sleep’ y un ‘Ziztak irauli’ enorme del último trabajo de Petti, arrollador. Desatados Joseba Irazoki y Petti -¡como nunca hemos visto físicamente!- y la banda enorme.
Medio centenar de personas extasiadas olvidando el tiempo, la hora y que es domingo. Aclamados, vuelven para regalarnos ‘Anita Gray’ y ‘Nearly lost you’. Sí, echamos de menos veladas cómo ésta y que esta banda se prodigue más en directo, y rogamos encarecidamente que este homenaje se repita y no quede en el olvido. ¡Por Lanegan y por nosotros!
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.