No es muy habitual que por el ciclo de Conciertos a las 9 de la Boite pasengrupos locales. Para cerrar el año 2003, Good Sounds rompió la norma con lapresentación del segundo disco de Holland Park. Comandada en todo momento por unos bajos hinchados a golpe de fuzz, bases electrónicas y percusiones enlatadas, la banda sonó con tanta fuerza que nadie echó en falta un batería de carne y hueso. Especialmente en el clímax de la velada, cuando apostaron por el sonido crudo, musculoso y distorsionado de su nuevo disco, enraizando con Detroit gracias a ”Summer Bugs” y sus versiones modernas ”Runaway From Here” y “Do You Love Everybody Or Do You Hate Everyone?”. Fue la punta del iceberg de un concierto que empezó tranquilo y etéreo (“Light From A Star”, “Oursaints Were There”) y que incluyó escasas referencias a su primer disco, del que actualizan melodías como “Psychedelic Harpsichord” transmitiéndolas al nuevo sonido que defienden. Solo un pero: aunque la interpretación de“Accelerator” fue memorable, ¿hace falta versionar por partida doble a Primal Scream? Pocos peros para un concierto que se hizo corto y nosdescubrió hasta algún prometedor inédito. El rock’n’roll está en buenasmanos.
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