Provistos de bozal (negro, como no), dándonos de bruces a la salida del suburbano con Patxi López, no, no el ex lehendakari indie, sino el singular batería de los mayestáticos garageros Los Paniks o los chanantes Dr. Maha’s Miracle Tonic y la inmensa Juana Chicharro, y sin poder tomar un Fruco o un Trinaranjus previo en El Tubo y el Panorama (por imperativo cierre gubernativo), volvíamos a un Barakaldo Antzokia donde en el pasado disfrutamos de: el legendario recital de ensueño que otorgó Silvia Pérez Cruz (acompañada de Raül Refree), la presentación del multiventas “Sangre Española” del finado Manolo Tena (Cucharada, Alarma), o la polémica entre El Pelé (el de “Vengo del Moro”), un anónimo espectador y un concejal socialista fabril presente, a colación de un patético e injusto comentario del cantaor contra el entonces gobierno de Zapatero.
Agotadas las cuatrocientas invitaciones semanas antes, la gala del concurso municipal Hiriko Soinuak (producida por Atlantik Events y “comunicada” por Biba!) arrancó temprano por la tarde, al estilo de la vieja Europa. El actor santurtziarra Javier Antón (“Vaya Semanita”) amenizó monologuista los interines entre banda y banda. Abrieron Indrid (foto inferior), ganadores del galardón a la mejor banda “barakaltarra” que, con su férreo hard rock -deudo de Ian Astbury & Billy Duffy- cantado en castellano y el poderío de su frontman “Kaiser”, cursaron un excelente mini-show (cayeron únicamente cinco tonadas de su único larga duración "El extraño hombre sonriente").
Prosiguieron los obsequiados con la distinción principal, We Are Apes, Hello! (foto inferior), dúo vizcaíno adscrito al pijo-punk noventero, que cumplió el expediente, pero se vio un poco “oscurecido” por el previo estruendo metalero. A las 19:30h, en sabida sustitución por enfermedad de Enrique Villarreal “El Drogas”, apareció el capitalino Depedro (foto encabezado), alter ego de Jairo Zavala (otrora miembro fundador de los notables La Vaca Azul, 3000 Hombres y Zolo Zeppelin, además de colaborador y guitarrista de los gringos Calexico). Bajo un excelso sonido, atractivas visuales, elegante luminotecnia y acompañado de una gran banda, el madrileño atesoró una vez más la simbiosis entre su música transfronteriza y su propio ADN (padre peruano con ancestros vascos, madre española criada en Guinea).
Destacaremos: la estilada ejecución en la melancólica “Te sigo soñando”, en la sublime “Te veo en diciembre” y en la afrobeat “Hombre bueno” (dedicada a Calexico, “en este día tan grande para ellos” -horas antes se certificada la derrota del miserable Donal Trump-); la reproducción a lo crooner de la canción popular azteca “Llorona”, coreada por multitud de fieles correligionarias; ciertos toques de buen AOR mezclados con rock newyorkino en la lisérgica “Déjalo ir”; el estreno en directo de la adictiva “Palabra favorita”, de su disco de canciones para infantes “Erase una vez”; el cohete final con la propia -no el clásico del enorme Link Wray- “Comanche”, donde vislumbramos al primer Santana, Los Lobos y Malo; y el apasionado saludo de despedida del combo, conforme “Motivos en Ritmo de Vals” de Oscar Aviles & Carlos Pickling y la enorme “Cuando la Música Termina” de Los Suaves, sonaban por los bafles.
“Todo salió bien”, y superó con creces su algo descafeinado paso por el festival Getxo Sound del pasado año. Ah, en el metro de regreso a la capital mundial, convenian cinco bellas fans: “Jairo tiene la edad adecuada, no es un “yogurin”, que no molan nada”.
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