La alegría de vivir, un alegato al sibaritismo. Escuchando a Grupo de Expertos Solynieve, a uno le entran ganas de abandonar las esclavitudes cotidianas y tomarse unas largas vacaciones. No es cuestión de vagancia, sino de inteligencia para afrontar dramas coyunturales.
Sábado por la noche. Desde “el corazón del Realejo”, como apunta un animoso Manu Ferrón. La presentación en casa del esperadísimo segundo largo de la banda, “El eje de La Tierra” (Ejercito Rojo, 2012), se convierte en una fiesta de orgullo local. Sureños de norte a sur y ‘granaínos’ militantes. Perdió el Barça, para disgusto de J. Pero quedaba la música. Himnos en potencia como ‘La nueva Reconquista de Graná’, perfecta para sentar principios filosofales desde el arranque.
¿Lo peor? Sin duda, la aberrante acústica de la sala, que en otros tiempos sirvió de tablao flamenco. A pesar del metal atronador del sonido, el casi medio millar de asistentes que llena la Príncipe se involucra en la ceremonia del viva-la-malafollá. Y el grupo responde con generosidad.
Una formación de solidez guitarrera, enriquecida por la incorporación del esmalte de Raúl Bernal a los teclados. En total, 25 temas que transitan por los dos discos de Expertos y que subrayan tributos específicos. En ese sentido, el concierto recuerda aquel bizarrismo libre de las primeras actuaciones, en 2005, cuando J y Ferrón se refugiaban en los alias de defensores estoicos como Montero Castillo y Aguirre Suárez. Como entonces, asoma el desparpajo eléctrico de Víctor Lapido a las seis cuerdas. Con un punto de salvajismo y empuje de country-rock. Entre Neil Young y Roger McGuinn. También recuperan entretenimientos de base doméstica: esas adaptaciones de Vainica Doble, la ‘Personalidad empírica’ de Battiato, el ‘Blues Chillando en un Cubo’ de Kevin Ayers y hasta el ‘Rifle de repetición’ de Surfin’ Bichos. Espíritu diletante. Tanto, que llaman al amigo Antonio Luque para cantar ‘Perros muertos’ en la flamante modalidad de iPhone en mano.
Llegados los bises, comprobamos el ramillete el emocional de Grupo de Expertos. De la gravedad de ‘Tú, misionero de Dios’ al arrebato hedonista de ‘Una pila de cosas’. De los fulgores pop de ‘La Reina de Inglaterra’ al surrealismo discotequero de ‘El búho’, relato de peripecias con el telón de fondo del autobús urbano nocturno. Guasas tan de andar en zapatillas que solo proceden y se entienden en Granada. Así que la velada tiene algo de exclusivo. De jolgorio en familia. Por supuesto, todos brindan después en el Ruido Rosa, garito-embrión de tantas cosas-. Y bastión para el clan del ‘Shouting in a Bucket Blues’.
Buen artículo!
Si, to eso esta mu bien, pero fue un toston de concierto.
TOSTÓN???? NO FLIPES