Todo llegó por sorpresa. Apenas con algo más de una semana de antelación, conocíamos la noticia de que Green Day actuarían en Madrid. Algo que surge de su inminente participación en el MTV World Stage 2019, que tendrá lugar el próximo 2 de noviembre como algo histórico en nuestro país y en una ciudad poco proclive a exclusivas musicales de esta índole como es Sevilla.
A Green Day no les veíamos desde su actuación en Mad Cool de 2017, cuando, instantes antes del show de los californianos, ocurrió el accidente del trapecista y bailarín Pedro Aunión que le costaría la vida, tiñendo de muy malos recuerdos aquella noche, a pesar de que veríamos a los Green Day más desenfrenados e hiperactivos que recordamos.
Pero como los malos recuerdos nunca se irán, y ellos lo saben, esta vez nos han querido "compensar" por todo aquello, y ya en redes sociales fuimos viendo ciertos guiños, banderas de España e insinuaciones sobre lo que podría pasar por aquí. Y de pronto, sin mayor margen de reacción, se nos echa encima este #HellaMegaTour con un setlist único; interpretando íntegramente "Dookie" (94), un álbum que marcó una generación y que ya hemos repasado en profundidad más de una vez. El propósito de este show tan exclusivo no era otro que “dar celos a América”, como gritaría Billie en los primeros minutos del concierto. Y de este modo, en pocos minutos se habían vendido las 2.000 escasas entradas a aquellos privilegiados que no querían perderse esta oportunidad única y, casi diríamos, atemporal. Un show tan in extremis que ni siquiera nos lo puso fácil a la prensa.
Pero si alguien puede decir que vivió un momento irrepetible, esas fueron sin duda las integrantes de Violets, el grupo de punk rock melódico que abriría la noche. Con Momo al bajo, Glory a la guitarra y Xavi Escribano a la batería, el trío se marcó un viaje relámpago desde Barcelona para telonear a una de las bandas que dieron sentido a sus vidas y a su música, pues su influencia es absoluta. De hecho, no hace mucho, grabaron una versión del "Going To Pasalacqua" de Green Day para el tercer recopilatorio "Hardcore Hits Cancer".
Mítica es la declaración de Billie Joe de que «pueden sacar a Green Day del punk por llenar estadios, pero no podrán sacar el punk de ellos mismos». Y, quizá por contagio, Momo y Glory venían a confesar que a ellas «todo esto les quedaba grande». No lo pareció en absoluto cuando empezaron a sonar algunos de los cortes de su "Maybe This", uno de los discos nacionales más destacados de su género en 2017.
El sudor condensado y las cervezas que volaban ya formaban, literalmente, cascadas de líquido y condensaciones de humedad en los altos y columnas de La Riviera antes de que empezara el show de los norteamericanos, así que imaginen el resultado cuando arrancan con "Burnout", "Having a Blast", "Longview" y "Welcome to Paradise". El frenesí. Pero el principal atractivo para los que hemos crecido con ellos era la exclusividad de escuchar en directo algunas de las piezas más inusuales de "Dookie", como "Chump", "Pulling Teeth", "Sassafras Roots", "Emenius Sleepus" o "In the End", las cuales llevaban más de un lustro sin tocar en directo. Ni siquiera se dejaron el hidden track original del álbum, "All By Myself". Pero, probablemente, el disfrute fue ecuánime para toda esa gente joven que ve a Green Day no ya como una banda de su generación, sino más bien como unos puretillas multimillonarios; cincuentones con el pelo teñido pero que les aguantan el ritmo. Ahí estaba todo ese público joven también; ese que permanece con el móvil en alto todo el concierto, haciendo stories en su Instagram y coreando cosas como "A por el bote". El relevo generacional, supongo. Y entre todos ellos, el más valiente: un espontáneo disfrazado de unicornio que se marcó unos coros en el escenario junto a los músicos en la nueva ‘Father of All’, pues no en vano, Billie canta aquí eso de «Because nothing says fuck you like a unicorn», que ya se ha convertido una de sus frases lapidarias.
Nada nuevo añadimos si decimos que Billie Joe, Mark Dirnt y Tré Cool se marcaron una vez más un show frenético, sin sermones ni mojigaterías, donde la única tregua fue el parón que daba lugar a la segunda parte de su set, este ya sí conformado por algunas de las canciones más míticas e imprescindibles de la banda: "Minority", "Bang Bang", "Revolution Radio", "Holiday", "Boulevard of Broken Dreams", "Brain Stew", "Paper Lanterns", "Was There", "Know Your Enemy", "American Idiot" y, por último, "Jesus of Suburbia", de la cual Billie confesó hace poco que era su canción favorita, y con la que parecen querer cerrar próximamente todos sus conciertos.
Una rápida despedida y unas luces de “por favor desalojen” nos despertaron de una ensoñación que hace tan solo una semana no estaba prevista. Nos quedamos con ganas de más, a pesar de que todo esto no tendría ni que haber ocurrido, y aún complacidos por un show que se extendió hasta superar la hora y media. Aunque muchos esperábamos haber visto también ese adelanto de su próximo disco, “Fire, Ready, Aim”. Por pedir, que no quede.
El próximo disco de Green Day, "Father Of All Motherfuckers", saldrá a la venta en febrero de 2020 de la mano de Reprise y Warner Music. Y no será hasta 2021 cuando los californianos vuelvan a España, en una gira para la que aún queda mucho para que podamos saber de ella.
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