La mayoría se acercó al Antzoki para ver a Graveyard, la agrupación sueca que aún desata vivas pasiones, pero en el camino, muchos fueron los engullidos por el denso sonido de Mars Red Sky, trío francés de rock psicodélico que hizo las veces de telonero y que con sus aplastantes riffs graves y sus voces de otro mundo conectaron con una sala a rebosar. Sonó su canción más reciente, "Maps Of Inferno" o la esperada "Strong Reflection", uno de esos ejemplos de que este grupo se mueve básicamente en el territorio del stoner rock, estilo que interesaba al público del pasado viernes.
Porque aunque Graveyard pisen por momentos zonas claramente delimitadas dentro del stoner, lo suyo es un rock psicodélico cruzado con hard rock y blues rock, llegando en ocasiones a pensar en palabras como "soul" por la forma de cantar de Joakim Nilsson en baladones crecientes como la inicial "Hard Times Lovin'", la alargada "The Siren" —con los mismos acordes que el "Blue Jeans Blues" de ZZ Top— o su clásico entre los clásicos, la coreada "Uncomfortably Numb", con ese final a lo "Free Bird" del siglo XXI y la peña desatada. Era la primera vez que los veía en directo y me volaron la cabeza, así que alegra comprobar que tienen un público sólido y totalmente entregado. Me parece que fue con "Hisingen Blues", pero más bien pronto ya se había formado una especie de pogo amigable en el que moverse como si se tratara de un pequeño tornado.
De su último trabajo, del que ya hace cinco años, destacaron la potencia de "Cold Love" o la eficiencia de un "Walk On" empleado como adecuado inicio del bis. Despidieron el intenso show con "Ain't Fit to Live Here", una favorita general y personal que nos recordó esa grata sensación que se tiene al escuchar un gran tema de rock n roll. Por momentos, durante el concierto, al mirar al público y verle saltar, cantar las letras y sonreír con satisfacción, uno podía pensar incluso que estaba ante los Led Zeppelin de hoy en día, y es que para todo ese sediento público eso es lo que son, grandes músicos de rock haciéndonos vibrar de una forma exclusiva. Ya digo que era mi primera vez con Graveyard en directo, pero después de esta noche de viernes, ya me siento dentro del club de creyentes.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.