Nueva visita del combo neoyorquino a Barcelona y nueva fiesta gypsy-punk por todo lo alto. Cuando ves en directo a Gogol Bordello, te das cuenta de que hay personas para las cuales la música forma una parte insustituible en su vida y la posibilidad de expresarse con ella la disfrutan apasionadamente. Y la hacen disfrutar. Quizá para los críticos fundamentalistas, su original mezcla del folklore gitano aplicada a la energía del punk, les produzca sarpullidos, pero sería cínico por su parte no reconocer que cada actuación suya parece, por la intensidad con que la hacen, como si fuera el último bolo que su carrera. En está ocasión la fiesta empezó con Tres Leches Sound Crew que no fue otro que Pedro Erazo (percusionista ecuatoriano de Gogol, al que a veces se le une el mismo Eugene), quien calentó el ambiente con temas adscritos al “Baila y Lucha”. Poco después hicieron su aparición Mariachi El Bronx que es el alter ego de la banda de harcore-punk The Bronx. Sus canciones tradicionales fueron un bálsamo para lo que iba a ser la noche. Y toda una sorpresa ver como Matt Caughthran, su cantante, es capaz de cambiar los gritos, cuando son The Bronx, por una voz melódica y bien aplicada cuando están con esa macro banda que se presenta ataviada como una autentica orquesta mariachi. Divertidos y musicalmente muy disfrutables. Pero llego “la hora de los mamporros”. Fieles a esa hiperactividad que les caracteriza, Gogol Bordello venían presentando su nuevo disco, “Trans-Continental Hustle”, año y medio después de su anterior visita y en la misma sala. Y de nuevo están embarcados en una gira en la que se recorren Europa y casi sin días libres, eso les hace mantener un tren tan intenso de vida, que a veces les pasa factura. No se notó demasiado en está ocasión, pero es que ahora Eugene tiene el soporte al cantar del mencionado Erazo, que a veces deja la percusión y se convierte en MC junto a él. Pero es que toda la banda forma una unidad difícil de conseguir. Como siempre Eugene tiene a los flancos a sus fieles Yury Lemeshev al acordeón y Sergey Ryabtsev al violín que le dan a su música ese “punto de distinción”. Dicen que Eugene compuso la mayor parte del nuevo disco en Brasil, pero poco se nota, ya que tocaron siete temas de él y encajaron a la perfección con el resto del repertorio. Empezaron con la bomba de “Ultimate” seguido del bullicioso “Not A Crime” y removieron a todo el personal que casi llenaba la pista del Razzmatazz. “Wonderlust King” acabó de rematar ese inicio explosivo. Después cayeron nueve temas más que acabaron con ese ya clásico “Pala Tute” (que cantaron junto a Madonna en el festival Live Earth 07) y su explosivo “Start Wearing Purple”. Tres bises con dos temas nuevos, el semi-acústico (toda una sorpresa) “Sun is on my Side” y la revulsiva “Rebellius Love”, para acabar con “Baro Foro” que expresa mejor que ninguna el significado de gypsy-punk. Aunque el público aún les hizo volver para que nos despidieran con “Alcohol”. Eso que si lo mezclas con la música parece ser el remedio para cualquier cosa (palabras de Eugene).
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