Seguir hablando de Godspeed You! Black Emperor simplemente como de una de las bandas más influyentes del post-rock de la últimas dos décadas significa haberse enterado de muy poco a estas alturas de película. Sobre todo después de haber visto la que liaron el pasado domingo en Madrid. Tras el virtuoso aperitivo que ofreció Colin Stetson con sus customizados instrumentos de viento llegó el vendaval sonoro de los de Montreal. La tormenta se desató a los pocos minutos de empezar el concierto con ‘Hope Drone’, dejando noqueado al respetable a las primeras de cambio con una de las piezas más angustiosas de un grupo que ha querido ampliar sin cortarse un pelo el significado de la palabra ‘música’. A partir de ahí todo fue una paranoia en continua progresión, un infinito bucle de distorsión espectacularmente manejado y de agresividad sonora bien entendida, una amalgama de cuerdas y percusión bruta de instintos inhumanos (‘Death Metheny’, ’World Police And Friendly Fire’)… Y es que las anti-canciones de GYBE son largos movimientos ejecutados con precisión y libertad con el objetivo de crear atmósferas tan densas y oscuras que traspasen lo estrictamente musical, que remuevan conciencias y estómagos gracias a esa tensión sonora que alcanza cotas insuperables y que hacen que tengamos que admitir que La Riviera no es una sala tan mediocre, simplemente hay que saber cómo sonar.
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