El sábado 24 de septiembre se celebró en Barakaldo por iniciativa del Ayuntamiento la cuarta edición del concurso Hiriko Soinuak cuya intención de promover la música y artistas de la CAV. De 141 inscripciones, las bandas finalistas fueron nueve y las premiadas cuatro. En la categoría principal la ganadora fue la banda Txopet; en la categoría de mejor artista de Barakaldo la banda premiada fue Aura Veil; el premio a la igualdad lo recogió Mad y el premio por la creación en euskera fue para Xabi Hoo en cuya categoría no hubo conciertos y tampoco acudió a recoger el galardón. El premio consiste en grabar un disco o un single y dar un concierto en vivo, remunerado, teloneando a Los Enemigos (en el caso de Aura Veil y Xabi Hoo) y Los Ilegales (en el caso de Txopet y Mad) en el Festival Hiriko Soinuak (21-22 octubre en la Herriko plaza de Barakaldo, 20,30h entrada gratuita).
Y es que este premio es muy importante. La promoción institucional de concursos de bandas noveles y locales es muy necesaria para el enriquecimiento de la escena cultural de cualquier país. Su importancia se refleja en la calidad que pronto adquieren las bandas. Algo normal si pensamos que la celebración constante de estos concursos crea en las bandas expectativas reales de promoción y por tanto, mayor interés en mejorar técnica y artísticamente. Como mínimo, puedes conseguir grabar un disco si ganas el concurso. ¡Oh! dulce realidad.
Puntual al programa comenzó el bolo del joven trapero Markel Carregal, A.K.A Cvrrx Gvng con una turba de fieles encapuchados con móviles en la mano para `strimear´ o para activar la linterna y suplir al ya añejo mechero en las baladas. El sonido de la mesa no le hizo justicia al autotune que desplegaba insistentemente pero a su pequeño pero denso grupo de fieles parecía no importarles. La prosa de Markel es buena aunque se note la influencia de la carga emocional inherente a los actuales artistas de trap. Su crew le corea y termina gritando: «Hoy la liamos todos».
Tras diez minutos de cambio de equipo en el escenario y su consecuente prueba de sonido, sube a las tablas la ganadora del premio a la Igualdad Maddi Gaminde o su alter ego Mad junto a Javi Alonso al teclado e Izaro Seoane a la guitarra. El ambiente empezó sobrecogido por la voz que desplegó la mujer de 19 años tras el minuto uno. Dentro del marco de la balada 50's y el new jazz, Mad dejó fluir los las notas por su garganta deslumbrando a la audiencia por la calidez y versatilidad de sus cuerdas vocales. El espíritu de Amy Whinehouse sobrevoló el parque San Vicente esa tarde.
Los problemas con la mesa de sonido fueron constantes y el volumen en general estuvo demasiado alto durante toda la tarde. Cuando Wreck Totem subieron al escenario no se lo pensaron mucho para desplegar ritmos fangosos y hedbangings espectaculares con su propuesta. El stoner lo escuchamos con algunas mejoras en el sonido, buenas melodías y puentes muy logrados . Hubo tormenta de delays constantes y blast beats matemáticamente acompasados. Sorprendieron al público, si pero la tarde no había terminado.
Bajo la categoría a mejor banda de Barakaldo, subieron al escenario los locales Lorreine con un cambio escandaloso de ritmos y vibraciones. Su propuesta indie-ska hizo a la audiencia moverse por primera vez y viajamos por melodías y letras llenas de alegría, luz y buen rollo. No estuvieron exentos de fallos de sonido y coordinación pero se metieron en el bolsillo al público con temas como “Lola” donde confesaron ponerse tiernos. Culminaron el concierto con la audiencia gritándoles “¡otra¡”.
Txopet se disputó el premio a la categoría mejor banda y empezó con el arsenal a punto, con armonizador en las voces y en euskera tirando de una mezcla vocal de autotune camuflado entre alaridos agudos hijos del hardcore. Su propuesta fue diferente. En lo melódico mezclaron géneros desde el post punk al pop comercial pasando por la rapidez y el espejo de Limp Wrist o Chill Mafia. A la banda les falta rodaje pero tienen ese “alma” que necesita cualquier artista.
Otro cambio de estilo lo realizó el trío Deñe en Euskera con una propuesta anclada en la nueva canción contemporánea con sonidos electrónicos y ritmos de guitarra y parches que en algún momento recordaron al electro rock de Garbage. El público pudo superar las 150 personas al caer la tarde.
Kaserna se disputó el premio al mejor grupo y el escenario se llenó de instrumentos delante de personas que lo dieron todo en la escena. El vocalista llevó la batuta del espectáculo. En su amalgama sonoro escuchamos interesantes pases de saxofón mezclados con electrónica soundsystem, conatos de raggamuffing y letras denuncia en euskera. La fusión es el arma de Kaserna pero hay que ser muy claro para explicar esa mezcla en el plano musical.
Lola Guerricaechebarria subió al escenario con una dilatación de más de 10 minutos por un fallo técnico. Ella optaba el premio a la igualdad. Su poesía trasladada al rap fue una experiencia enriquecedora, tanto en acústico como con bases electrónicas. Tiene una lirica muy fina, transversal y útil para la sociedad de 2022. Especial mención a las bajadas de tono de la rapera que intensificaron la denuncia y el tema “Alarma” al final de su bolo a ritmo de hard tecno y rap.
El premio a la mejor banda de Barakaldo fue para Aura Veil con una propuesta enmarcada en el post rock con claras referencias metálicas. La voz melódica tuvo problemas importantes en el micro pero la banda se defendió instrumentalmente en un pantano de propuestas distorsionadas. La banda tiene buena base y la escenografía la salvaron con el uso de sintes y percusión en momentos concretos.
La noche se cerró en Barakaldo y los premios se entregaron con la mayor rapidez, alegrías, decepciones pero buen rollo aparente entre los participantes. Hiriko Soinuak ha vuelto a ganar.
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