Fila India, regreso consumado

Aunque se habían dejado ver por la ciudad con anterioridad, el pasado sábado 30 de noviembre Fila India se reencontraba con su público de Málaga en la nueva Sala Velvet para presentar oficialmente su nuevo trabajo, "El rayo de Gerry López" (Wild Punk, 2013).

El preludio corría a cargo de la banda local omnipresente Patada Voladora, que retrasó la hora del segundo concierto hasta las 23.30h. A partir de entonces, Fila India inauguraría un setlist con una doble intención muy clara: satisfacer a los fans que les acompañaron en sus inicios, a la vez que mostrar su nueva música a un grupo diferente de público, ajeno a su existencia hasta el momento.

“Parafina”, “Promesas, decepciones” o el single “¿Cansada?” fueron muy bien recibidas por un aforo entregadísimo desde el principio. Jugar en casa les sentaba bien definitivamente. “Fácil”, “La hora del baile” y sobre todo, “Crescendo” también fueron determinantes y sirvieron de hilo conductor para las diversas intervenciones de Juanmpa, que amenizaba las pausas dedicando canciones y haciendo preguntas. Pero sin duda, el ambiente se intensificaba más si cabe cada vez que tocaban una de sus inicios. “Yo tenía un novio que tocaba en un conjunto beat”, “El niño niñato” o “90” fueron gritadas literalmente por las primeras filas que saltaban sin descanso, casi subiéndose al escenario. En una de éstas incluso se arrancaron espontáneamente a cantar feliz cumpleaños a Álvaro, el guitarrista.
El público se resistió todo lo que pudo, pero tras varios intentos de despedida y numerosas concesiones, Fila India cerraron el concierto con ‘Pop...’ y dieron las gracias por el calor y el apoyo recibidos hasta el momento.

Las quince canciones que tocaron fueron desde luego una buena compensación.
En su caso, añadir un cuarto miembro a la banda para esta nueva etapa ha sido todo un acierto. Pues aunque siguen siendo una formación sencilla, tal y como mandan los cánones del pop más ortodoxo, dos guitarras, una batería y un bajo son suficientes y mucho mejores para trasladar al directo ese sonido vibrante y atronador que les caracteriza.

Su regreso ha sido una apuesta arriesgada, pero les ha salido la jugada francamente bien. Tener tan buen material entre manos y presentarlo en directo de forma tan natural, sirve para borrar cualquier atisbo del típico escepticismo que una vuelta desde los 90 pudiera provocar, tras diez años de largo silencio.