Cabría esperar que en una fiesta montada por esa publicación que recibe ingente cantidad de material, en la que muchísimos grupos quieren aparecer e incluso se enfadan cuando su disco no aparece reseñado o no encuentran la crónica de su concierto, se colgara el cartel de "No hay localidades" a los pocos minutos de abrir las puertas. Que no fuera así, siendo gratis y con los artistas que había en el cartel ya es sintomático, aunque esa misma noche habían otras propuestas igual de interesantes en Valencia. Algo pasa en esta ciudad, señores. Pero esta es otra canción, vamos con lo que nos ocupa.
Mondo Sonoro Comunidad Valenciana elegía tres bandas, dos de -todavía- corta trayectoria (Gran Quivira y The Undersubs) y otra (Rosy Finch) ya con 3 años de vida y un LP en su haber, para ofrecer al público valenciano una muestra de lo que se está gestando en la escena emergente valenciana. Propuestas distintas aunque no tan distantes, con un denominador común: la más que demostrada solvencia encima de las tablas, de la que fueron testigos los alrededor de 200 asistentes que se pasaron por el 16 Toneladas a lo largo de la noche.
Abría fuego el nuevo proyecto de Monty Peiró, Gran Quivira, banda que viene a demostrar, una vez más que cuando lo que uno (una, en este caso) siente por la música es real y verdadera pasión, da lo mismo que esta se materialice en forma de heavy, de punk rock o de country rock americanorro. Con un repertorio que se nos hizo corto, hubo tiempo para incluso adelantar nuevo material, como ese "Equilibrio" debidamente rebautizado como "Equimilio" en claro homenaje al guitarrista que esa noche suplía al titular, ausente por motivos laborales, y fue debidamente redondeado con versiones llevadas al terreno de la banda. Siendo como iba a resultar ser la más amable de las tres propuestas, sonaron certeros y contundentes.
Con Rosy Finch -que por cierto disfrutaron del concierto de Gran Quivira desde la primera fila del respetable- se acabaron las contemplaciones. El grunge/stoner de esta banda alicantina es abrasivo y demoledor, no apto para tímpanos inocentes o desentrenados. Con amplios recorridos instrumentales, propios del género, y debidamente apuntalados por la, desde susurrante a desgañitada, según lo requiriera la canción, voz de Mireia fueron alternándose las canciones de sus dos trabajos publicados: el EP "Wolves waiting" (Aneurisma Records, 2013), y el más reciente largo: "Witchboro" (Deathbound Records & Discos Macarras, 2015).
Y si creíamos que ya habíamos tenido suficiente descarga de adrenalina, nuestra iguana particular, ese energúmeno resultante de mezclar en un único frontman a Iggy Pop con Lux Interior, quien para nosotros siempre será David Tail, aún subió más el listón con The Undersubs, tercera banda en cartel y última en pisar el escenario. Punk setentero y desvergonzado, no ausente de provocación continua y endiablados riffs de guitarra. Y uno, claro, se pregunta... toda esa gente que vibró con el concierto que dieron abriendo para The Dictators, precisamente desde ese mismísimo escenario de una 16 Toneladas totalmente abarrotada, ¿dónde estaban?
Larga vida, en todo caso, a las Fiestas Demoscópicas, que sea por muchos años más, y que nosotros se lo contemos.
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