Se acabó el FIB y el éxito de público ha sido enorme, la gente cada vez más joven, se lo ha pasado en grande con sus grupos indies del momento, muchos no habían nacido cuando en 1995 echaba a sonar en el velódromo de Benicàssim el primero, mucha gente ha venido a su primer FIB, a su primer festival y les ha gustado.
El 26º FIB no será recordado por sus grandes cabezas de cartel, ni siquiera por sus grupos diferentes que han venido a sus escenarios, sino por su afluencia masiva (Aunque mucha gente se quejaba que tenía que pagar por todo, por el camping, por la reentrada al recinto, por el autobús, por las duchas... Sumándolo todo, aún era más barato que otras ediciones con todo incluido), por la bajada de la media de edad del público y por el porcentaje de Fibers nacionales que este año triplicaban al público internacional (El cartel no estaba hecho para ellos como en ediciones anteriores).
El FIB tras 26 ediciones ha cambiado varias veces de propietarios y siempre ha sabido adaptarse al público, o ¿ha sido el público el que se ha adaptado a su cartel...?
Más puestos de comida que nunca, muchas colas de coches según el horario, controles de la Guardia Civil y mucho personal del cuerpo dentro del recinto con perros y fusiles de mira telescópica, dron policial sobrevolando el recinto en muchos momentos, buena limpieza del recinto y de los baños, fueron detalles que no pasaron desapercibidos.
Nunca antes había habido tanto gente en su primera jornada, la del jueves, solo con dos escenarios abiertos, el grande y el de Djs. Abrió el festival el joven Declan McKenna, ganador del concurso de bandas del Glastonbury 2025 y que tanto gusta al público adolescente británico, con sus baladas ñoñas y sensibleras.
Pero esta primera jornada triunfaron unos Lori Meyers con sus éxitos de siempre y unos Izal que se están dando un baño de multitudes en su última gira tras anunciar su separación ¿definitiva...? Ya se notó que una inmensa mayoría de público venía a ver este tipo de grupos al FIB de este año, fans del indie nacional que lo dan todo con las canciones de sus grupos favoritos y que luego deambulan por el recinto en busca de Djs que ponen las mimas canciones de los mismos canciones que actúan en los escenarios.
El viernes pasó más de lo mismo con Arde Bogotá que abrieron el escenario grande, seguidos de un emocionado Guitarricadelafuente al que no se le quedó grande el escenario principal y estuvo arropado por muchos de los asistentes locales y curiosos.
Cariño siguen cosechando el éxito de la semilla pizpireta del pop actual, Dorian hicieron lo propio para salir pitando hacia Ponferrada donde tocaban el dia siguiente y Ginebras lo petaron en un escenario al le crecieron flores en su parte frontal, la gente viene a los festivales a bailar, reír, beber y pasárselo bien y con ellas lo hicieron a lo bestia.
Los ingleses The Hunna fueron lo más "rockero" que había sonado hasta el momento y la hinchada británica menos pop agradeció ese gamberrismo light sonoro y postureo.
The Kooks y Two Door Cinema Club que ya habían dejado huella en el FIB del 2018, estuvieron en el dia más británico del cartel, hace años hubieran sido grupos de segunda y se vieron convertidos en cabezas de cartel por seguidores y por su música.
Steve Aoki llenó de tartas y confeti a un público que viene más a los festivales por la fiesta que por la música y todos al camping y a los autobuses hacia los hoteles para descansar.
El sábado amaneció con la caída del cartel de Mando Diao por problemas de conexión de vuelos y coincidiendo en horarios Zahara y Carolina Durante, lo normal hubiera sido colocar en el escenario grande a uno de los dos, pero ninguno estuvo por la labor de cambiar sus horarios, teniendo mucha gente igualmente ambos, no en vano era la jornada de más afluencia debido a la venta de entradas de dia.
Zahara sigue triunfando con su lucha por el empoderamiento femenino, sus bailes y su hits, mientras que Carolina Durante lograron grandes pogos y ollas entre el público joven que disfrutó de lo lindo coreando todas sus canciones convertidas ya en himnos.
Love of Lesbian dieron uno de sus clásicos conciertos con temas de toda su carrera haciendo varios paseos por la pasarela central del escenario grande para deleite de sus muchos fans, mientras We Are Scientists, los americanos más británicos del cartel, emocionaban y hacían bailar como locos al público británico más mayorcito.
Tyga hizo lo propio con dos bailarinas (Igual sobraba su actitud machirula con ellas, porque buenas canciones tiene...) y dos miembros de su equipo de seguridad a ambos lados del escenario que lo acompañaban en el borde de la pasarela cuando este se paseaba por ella. La potencia del sonido de los escenarios fue criticada a lo largo de todo el festival, en los laterales no se escuchaba todo lo fuerte que hubiera sido conveniente y con Tyga en especial se notó mucho.
Justice hicieron su tercera aparición en un FIB, quizá la menos celebrada, porque el público no era el suyo y porque tampoco estuvieron acertados del todo, les faltó algo más del gamberrismo al que nos han acostumbrado en sus directos. Boys Noize cerró la noche con una sesión de baile techno y electro house.
El domingo dejó la séptima actuación de La Habitación Roja en el FIB con éxito como siempre, La M.O.D.A. que dijeron que el escenario grande mola, pero el tercero donde tocaron (y estaba a reventar de gente), también está muy bien, Sea Girls dieron un concierto enérgico que encantó al público británico y con La La Love You pasó lo que con muchos grupos, que la mayoría de público conoce una sola canción y ese momento parece "el fin del mundo".
La última jornada fue claramente para dos públicos diferentes, el más joven y seguidor de la música más actual de Nathy Peluso que desplegó todo su espectáculo de poses, bailes estáticos y pasarela al fondo del escenario, con vientos y una gran banda, atreviéndose hasta con el "Vivir así es morir de amor" de Camilo Sesto.
Y el público más british y más del FIB de siempre con Kasabian, que ya habían triunfado en Benicàssim, pero la novedad de este año fue que ya no estaba Tom Meighan al frente, expulsado de la banda por maltratar a su pareja, tomando la voz cantante su guitarrista Sergio Pizzorno, claro seguidor de Liam Gallaguer en sus poses y paseos por el escenario. Soportó estoicamente que le tiraran un cubalitro entero vete tu a saber de que, impactándole de pleno directamente al frente de la pasarela central del escenario, tocó la guitarra, cantó y bailó demostrando que hay banda para rato y que puede llegar a ser un gran frontman. Fue lo mejor del festival, clase y calidad.
Insólitamente clausuraron el festival (unos chavales de Murcia, como dijeron ellos) Viva Suecia, haciendo disfrutar a sus seguidores, que no son pocos y a los que aún aguantaban en el recinto, cierre de escenario y de festival con el valls como siempre y todos contentos
En definitiva, la vuelta del FIB tras la pandemia y con nuevos gestores ha defraudado a los seguidores de antes y ha encantado a los nuevos seguidores. Pero es que el mundo no para de girar y girar, así que el año que viene más.
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