Jueves 20
Scissor Sisters presentaban de forma oficial (lo de Sónar no lo fue, aunque tocaran también nuevos cortes) algunos de los nuevos temas que conformarán su nuevo disco, “Ta Dah!”. Desgraciadamente, el suyo fue un concierto con excesivos altibajos. Los nuevos temas distan bastante de los del primer disco y ni siquiera el hit “I Don´t Feel Like Dancing” logró enganchar a la gente. Una hora después, el británico Erol Alkan trató de darles su merecido a los primeros, y todavía exultantes de energía, fibers. También le salió rana y el público apenas respondió bien a su bootleg a base del “Killing In The Name” de Rage Against The Machine.
Viernes 21
Por la tarde destacaron especialmente Garzón (ahora Grande-Marlaska) y The Walkmen. Por suerte Babyshambles estuvieron mejor que en su concierto en el Primavera Sound. Dicen que fue gracias a programar su concierto por la tarde. La sorpresa llegó cuando el mismísimo Shane MacGowan (The Pogues) salió zarandeándose al escenario para interpretar su clásico “Dirty Old Town” junto a la banda. The Futureheads tocaron principalmente para el público británico que vitoreó sus hits. Mientras tanto, White Rose Movement, una de las esperanzas del nuevo pop con bajos hinchados y sintetizadores, hicieron más bien el ridículo ante un público que casi les dejó huérfanos cuando a la media hora empezaba la actuación de Pixies en el Escenario Verde. Las segundas nupcias de los de Boston parece que ya han llegado a su fin. El concierto que ofrecieron fue a menos revoluciones que los conciertos que ofrecieron en su anterior visita a nuestro país. Además el grupo se encontró con la contrariedad de tener que parar el concierto a causa de una valla que cedió en las primeras filas. Cayeron clásicos como “Gigantic”, “Hey”, “Here Comes Your Man”, “Debaser”, “Where Is My Mind?” y “Monkey Gone To Heaven”.
Acto seguido aparecieron Echo & The Bunnymen que volvieron a ofrecer un extraordinario concierto. Lo suyo sigue siendo diana segura: “Lips Like Sugar”, “The Back Of Love”, “Seven Seas” o “Scissors in The Sand”, incluyendo, cómo no, la revisión de “Roadhouse Blues”. The Strokes volvieron a nuestro país por quinta vez (una ocasión por cada disco publicado, más una presentación en Madrid y su primer concierto en el festival Isladencanta) y facturaron uno de los mejores directos de toda la edición. Uno a uno fueron desgranando los temas de su destacado cancionero haciendo hincapié en “First Impressions Of Earth”, con “You Only Live Once”, “Juicebox”, “Vision Of Division” o “Heart In A Cage” como mejores momentos. La verdad es que daba calor ver a Casablancas enfundado en su chupa de cuero, pero es lo que toca cuando uno es ejemplo para revistas de tendencias. El nivel se mantuvo alto durante toda su actuación, excepto durante la interpretación de la insípida balada “Ask Me Anything”. Manta Ray cerraron el Escenario Verde con solvencia, pero sin encontrar demasiada correspondencia en el público.
Sábado 22
Después de un plantón (Benicàssim 2004) y con el rumor de prohibió el consumo de carne en el recinto durante su actuación, había que enfrentarse a la actuación de Morrissey con distancia. La excelente orquestación y la banda, su apreciable voz y los guiños poco acertados (“vosotros seguro que ya apestáis”, “en España no conocéis el cuadro del que voy a hablar” o la bandera española atada a la cintura) fueron las coordenadas clave de su concierto. Comenzó con la gloriosa “Panic”, para seguir con la impresionante “How Soon Is Now?”, e incluso cedió con “First Of The Gang To Die” y algunos de los temas de su buen trabajo “You Are The Quarry”. Desgraciadamente, no todo fue tan bien y se centró demasiado en “Ringleader Of The Tormentors”, y vaya si nos dio tormento. Una decepción.
Para avivar al personal, nada mejor que volver a la hamburguesería y, de paso, acogerse a la estupenda fórmula del festival en la carpa electrónica. Allí se disfrutó de uno de los conciertos más comentados de la jornada, Jay-Jay Johanson. El sueco brilló por sí solo con un repertorio original y bailable. En el mismo sitio, a distinta hora, (y aunque tardaron más de lo normal en salir al escenario), triunfaron los reyes del eclecticismo temático, Soulwax, que consiguieron divertir tanto a rockeros como al público más electrónico. En el escenario Fiberfib sorprendió la solidez de Nada Surf, hasta llegar al que sin duda ha sido el concierto del FIB 2006. Predecible o imprevisiblemente, Franz Ferdinand conectó con los ánimos y espíritus de abonados, prensa, Vip´s y visitantes de día. Sin tregua, de una absoluta coherencia artística, los de Glasgow, aún con batería sustituto, nos regalaron las mejores instantáneas. Temazo tras temazo (“This Boy”, “Do You Want To”, “Auf Chase”,”This Fire”) el FIB 06 vivió y vio justificado todo su contenido organizativo y programático con aquellos treinta y cinco mil brazos en alto que coreaban “Take Me Out”. La desolación del espacio verde, el vacío y ese suelo al estilo post-coito tras el conciertazo de los escoceses, fue un reto para Morning Runner. Su cantante animó a los pocos supervivientes a seguirles en la consecución de animosos temas pop, dando una lección en la categoría debutantes de esta edición.
Domingo 23
Editors eran de obligada visita al recinto del festival, a pesar de su temprana actuación. La respuesta de los de Birmingham, que aquí ya cuentan con multitud de adeptos, fue maravillosa incluso en algunos momentos de tensión debido a puntuales problemas de sonido. La gente coreó “All Sparks”, “Munich” o “Blood” como si le fuese la vida. Cambiamos al grupo británico por Yann Tiersen, quien sorprendió apostando por una sonoridad mucho más guitarrera de lo habitual. Eso sí, también hubo espacio para un solo de violín. En el escenario grande, Madness hicieron gala de su elegancia y saber hacer. Lo suyo fue una auténtica fiesta de clásicos memorables para una banda que huye del ska para alcanzar a todos los públicos. We Are Scientists ofrecieron uno de los conciertos más enérgicos de la velada. No hay que perderles de vista.
Tras ellos, el público se agolpaba para ver a Depeche Mode. La banda ofreció un repertorio perfilado como antológico, con temas como “Behind The Wheel”, “John The Revelator”, “A Question Of Time” y la eclosión final tras “I Feel You” “Enjoy The Silence” “World In My Eyes” y “Personal Jesus”, todo ello aderezado de los mejores visuales de esta edición. Una opción: acercarse seguidamente al escenario electrónico. Hacía escasamente un mes, Herbert, auténtico genio y bello inventor de nuevas sonoridades, intentaba hilar fino con un nuevo directo en el Sónar tras la publicación de “Scale” y su separación de Dani Siciliano. En su actuación del FIB 06, mientras Placebo hacían uso de su habitual habilidad con una aplastante descarga y absoluta entrega en el Escenario Verde, Herbert y sus músicos combinaron con una asombrosa maestría trompetas, guitarras, teclado, saxos, batería y samplers a millares. Al finalizar, recibió una de las más prolongadas ovaciones del FIB 2006. Otras delicias de la, tristemente, última jornada, fueron los alemanes Codec And Flexor los que pusieron el broche de oro en el escenario electrónico. También cumplió sobradamente Ivan Smagghe, elevándonos del suelo varios metros, y los británicos The Rakes con su descarnada energía y con piezas tan efectivas como “Retreat” o “22 Grand Job”. En la retina queda la imagen de un público más que satisfecho que, con las primeras horas del lunes, cruzaba la salida del recinto aplaudiendo espontáneamente a una edición del FIB casi inmejorable.
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