El pasado martes llegó a su fin la vigesimoquinta edición del festival Actual, que durante cinco jornadas ha llenado Logroño de música, cine y propuestas artísticas. Y no ha sido una edición más. Será recordada por haber batido sus propios records de asistencia; por el estreno de nueva sede en la plaza de toros La Ribera, con algunos problemas logísticos; por un puñado de buenas actuaciones; y por haber generado los debates más encendidos que se recuerdan sobre criterios de programación musical.
En términos musicales, ha sido una edición basada en un programa musical nocturno nutrido de indie comercial que ha dejado algunas actuaciones de calidad. La sorpresa llegó en forma de precioso regalo de Reyes –valga el tópico– con el bolazo que se marcó la noche del 5 de enero Javier Vielba. Con su proyecto personal conocido como El Meister, el vocalista de Arizona Baby y Corizonas actuó en solitario, con su guitarra, ante un centenar de asistentes congregados en el Menhir. Como un súper hombre orquesta, Vielba llenó el escenario sin problemas, hizo bailar, saltar y reír con los temas de su disco "Bestiario", y terminó cantando entre el público para culminar una actuación de folk fascinante. Al margen de este concierto de pequeño formato, el mejor show de este Actual lo dio Vetusta Morla la noche del 3 de enero en la plaza de toros La Ribera. Ese día abrió la velada Inocua, cuarteto navarro con influencias de pop-rock anglosajón que se ganó su hueco en este cartel después de proclamarse vencedor en 2014 en la Guerra de Bandas de Actual. Presentaron en Logroño su segundo disco, "Oso", y convencieron con una puesta en escena ágil y solvente. Tras ellos, se subió al escenario Supersubmarina, que ofrecieron una actuación correcta, pero demasiado fría. José Chino y los suyos se mostraron sobrios y muy guitarreros en una función donde repasaron temas de sus tres trabajos de larga duración. Y llegó el mejor momento de la noche. Vetusta Morla había dejado muy buenos recuerdos tras su paso por Actual en 2009 para presentar su aclamado "Un día en el mundo". ¿Reeditarían aquel éxito con su reciente "La deriva"? Pucho salió solo al escenario y se arrancó a capella con Año nuevo. Ya escoltado por sus músicos, exprimió el último disco antes de entregarse sin complejos a Un día en el mundo. Sonó un Sálvese quien pueda en clave muy roquera, con Saharabbey road la plaza se venía abajo, y con Copenhague llegó el momento más bonito de la noche. Al final, regreso a Fiesta mayor. Con su concierto en Actual, Vetusta Morla demostraron que, pese a no haber sido capaces de superar un primer disco redondo repleto de grandes canciones, han mejorado sobre el escenario. Y mucho. Su directo es de lo mejor de la escena nacional.
Al día siguiente, Fuel Fandango ofrecieron el segundo mejor concierto de esta edición con su original propuesta de funk, soul, electrónica, jazz y flamenco. Los andaluces compartieron escenario con los donostiarras Joe La Reina, que presentaban su primer disco, "Bailamos por miedo"; y O'Funk'illo, un grupo lleno de frescura e ironía que desplegó un buen show aunque pagó su posición en el cartel con un aforo deslucido. Además, actuaron las cuatro bandas que se disputaban la final de la Guerra de Bandas, de la que salieron vencedores los cántabros Repion, que se convierten así en la primera confirmación de la próxima edición de Actual.
Menos interés musical había despertado el cartel de la primer noche de Actual. Abrieron la velada los catalanes The Excitements, con una sugerente propuesta de rhythm 'n' blues y soul. Tras ellos, Texas presentaron en primicia un espectáculo con el que conmemoran 25 años de carrera y con el que girarán por todo el mundo a partir de abril. Sharleen Spiteri y compañía se ganaron a un público de por sí propicio desde el primer tema, I don't want a lover, al que siguieron otros tan conocidos como Say what you want, Summer son o The conversation. Y puso el broche Mónica Naranjo con 4.0, un inclasificable espectáculo donde dio rienda suelta a sus ínfulas de diva a ritmo de sonidos góticos, electro-rock y hardcore. Rodeada de una escenografía espectacular y acompañada de bailarines y acróbatas, no escatimó hits como "Desátame" o "Sobreviviré".
Pero la música de Actual no solo se disfruta por la noche; el Vermú Torero y el Café Cantante han dejado algunas de las actuaciones más auténticas y memorables de esta edición. Aunque la calidad del sonido del Centro de la Cultura del Rioja ha dejado bastante que desear –y eso que los técnicos han ido domando el espacio con el paso de los días–, se ha suplido con la actitud de los artistas, su cercanía al público, su puesta en escena y el maridaje con pinchos, vinos y gin-tonics. Comenzando por Belako, que a pesar de ofrecer el concierto más discreto que les ha visto este cronista, dejaron claro que su directo es el más excitante de la actual escena estatal; Arcana Has Soul, una banda que se mueve por el soul, el blues y el folk; Cooper, que presentó su último trabajo, "UHF"; Ángel Stanich, sobrado de carisma, con su "Camino Ácido" ; o Anaut & Maeso, dos maestros de la guitarra y el teclado que se marcaron una deliciosa versión del "Wild Horses" de los Rolling Stones.
Atendiendo a los registros de público se puede hablar de una edición de éxito sin paliativos. Actual'15 ha alcanzado una cifra record de 34.600 asistentes en su centenar de convocatorias, muchas con sold out. De ellos, 19.000 se congregaron durante las tres noches de grandes conciertos en La Ribera. El 2 de enero, Actual superó su mejor registro histórico hasta entonces, con 7.000 espectadores. Solo 24 horas después, se superó esa marca con 8.000 asistentes, el mayor número convocado por el festival en una sola actividad durante su cuarto de siglo de vida. Y la tercera y última velada en el coso logroñés se saldó con 4.000 localidades despachadas para asistir a una función maratoniana de 7 horas. Aunque estas cifras son muy positivas para el balance del festival, no han estado exentas de polémica, ya que durante la primera jornada la organización pagó la novatada de estrenar sede con colas interminables en los accesos por problemas de coordinación en la venta de entradas a través de Internet; la espera de una hora antes de la actuación de Texas por una avería en los monitores de sonido; y frío, mucho frío, debido a la humedad en un emplazamiento situado a escasos metros del río Ebro. Sin embargo, la organización se puso las pilas para solventar estos contratiempos y, a excepción del frío, la cosa fue más fluida en las siguientes jornadas. Todo apunta a que esta plaza de toros será definitivamente sucesora de la fría carpa de la edición anterior y del Palacio de los Deportes, de lejos el mejor recinto existente en la capital riojana para disfrutar de música en vivo, por aforo, comodidad y calidad del sonido. Solo cabe confiar en que solventen el problema del frío, un asunto que no resulta menor cuando se está en harina un 2 de enero a las 2 de la madrugada.
Con las cifras de público que brinda La Ribera, el festival Actual da un salto cuantitativo y se postula como un festival de tamaño medio, con el atractivo que supone para un artista poder tocar en un recinto ante casi 10.000 personas. Con seguridad, la organización lo tendrá mejor a la hora de persuadir a una banda para que abandone el hogar en Navidad y participe en el denominado Escenario de Culturas Contemporáneas. El festival lleva varios años sumido en un proceso de inflexión en el que se ha ido diluyendo aquella identidad que postulaba a Actual como prestigiosa e iconoclasta cita especializada en programar artistas desconocidos pero con mucha proyección –Bebe, Muchachito– y a otros consolidados aunque procedentes de lugares lejanos que rara vez se dejaban caer por nuestro país –muchos etiquetados bajo el paraguas de la world music–. En las últimas ediciones, y tras los recortes por la crisis, los programadores han optado por la solución menos arriesgada: apostar por el indie de consumo producido en España, un estilo que hoy por hoy vende más que ningún otro aquí, aunque sea a costa de ofrecer un cartel similar al de la mayoría de festivales estivales. ¿Tendría Actual la misma repercusión mediática sin la historia que le precede y si no ostentase su condición de festival más madrugador del año, es decir, si no se celebrara en unas fechas sin competencia informativa?
Y con esta dinámica se ha programado la edición de 2015, cuando Actual ha pasado definitivamente de sacar pecho por el cartel a sacarlo por el aforo. Tras la última edición se ha comprobado que la fórmula utilizada ha sido secundada con entusiasmo por el público. Y la pregunta es: ¿con esto se conforma la organización de Actual? Al festival se le presenta ahora la oportunidad de redoblar su apuesta creativa y arriesgar programando propuestas más insólitas que Mónica Naranjo en 2015 o Melendi en 2014. Estamos convencidos de que con los precios que maneja el “único festival público que queda en España”, como anunció el consejero de Cultura de La Rioja, Abel Bayo, un público masivo seguiría secundando conciertos de bandas menos promocionadas. Creemos que el festival aún está a tiempo de recular y evitar la irrelevancia artística. La prueba es que ya lo ha hecho, con gran éxito de público y crítica, en otros apartados del festival como las artes escénicas, cuyo Escenario Insólito ha llevado 35 actuaciones a espacios tan singulares como los camerinos de un teatro o el escaparate de una tienda, ofreciendo uno de arranques más memorables de Actual con la performance y proyección de la cinta de culto "The Rocky Horror Picture Show" (Jim Sharman, 1975).
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