La octava edición del festival Irun Zuzenean volvía a Irun, dividido en dos días, viernes 27 y sábado 28 de septiembre, reuniendo a alrededor de 2.000 personas. Presentaba un variado cartel con diez bandas que consiguieron hacer bailar y emocionarse a los asistentes mediante distintas propuestas que se impregnaban de estilos como pop, folk, rock o punk.
El viernes tuvo la difícil papeleta de abril el festival el quinteto femenino hondarribitarra The Iiingles. Cañeras, divertidas y empoderadas, todas vestidas en conjunto por Viv Vintage, siguiendo la misma paleta de colores, versionaron temazos de diferentes grupos/artistas mujeres y animaron a toda la gente que estaba por allí a pesar de la mala hora. Fue su último concierto versionando grandes artistas de rock, pop e incluso del punk, ya que ahora trabajarán en sus propias composiciones, y está claro que van a volver a dar en el clavo pero desde otro lado.
Una vez acabado su concierto, estrenaban el escenario principal Nøgen. La banda donostiarra/danesa nos ofreció música más tranquila a diferencia del anterior grupo, con una mezcla de indie y country en euskera bastante divertido e hizo que la gente bailase a ritmo de sus canciones, también creó un ambiente familiar en el que había bastantes niños acompañados de sus padres disfrutando del concierto. Con una puesta en escena más clásica, acompañados de un sofá y unos paneles al estilo de los biombos japoneses. Una vez más la vocalista, nos deja sorprendidos con una voz de lo más sentida y desgarradora sacada de lo más profundo de sus entrañas. Sonaron sus canciones más conocidas, haciendo especial hincapié en su último disco “Åben Cirkel”.
Volviendo al primer escenario, teníamos a Niña Polaca presentando su segundo álbum “Que adoren tus huesos”. La banda madrileña, movió a un público más maduro a ritmo del indie el cual coreaba todas sus canciones y bailaba al ritmo de las guitarras y el teclado/sintetizador. El cuarteto contó con un público muy fiel y eso hizo que el concierto fuese cercano y caluroso. Cumplió lo esperado y e hizo al público desmelenase con la canción “Asumiré la muerte de Mufasa”. No faltaron su último single “Querida amiga pena”, ni otras de sus últimas canciones como “Doloresn ray”, “Lo que yo te he querido”, “Los días malos” o “Mucho tiempo contigo”, con la que se despidieron.
Después, pudimos disfrutar de Bulego, uno de los grupos más esperados del cartel, lo cual se demostró al convertirse en uno de los más multitudinarios de la jornada. El grupo, emocionado al ser uno de sus últimos conciertos del verano, entregó toda su energía al público, que se la devolvió sin dudarlo, cantando y bailando todas sus canciones, y sobre todo las más conocidas que animaban a todo el que pasaba por allí aunque no lo conociera. Ofreció un concierto de calidad con un sonido y unas luces limpias lo cual hicieron que un espacio creado para ferias diese la sensación de una sala de conciertos. Como suele ser habitual, su frontman Tomás Lizarazu se mezcló entre el público, micrófono en mano y acompañado de su guitarra, para interpretar dos de sus canciones más conocidas, “Ezer ez da berdina” y “Bueltan da”.
Para acabar la jornada, Dj Erenere, con una bandera de palestina en la mesa, hizo bailar a todo el mundo al son de ritmos electrónicos y animó acertadamente un festival que había quedado más melancólico y tranquilo a última hora.
El sábado, las encargadas de abrir la segunda jornada fueron Tiburona, trío madrileño formado por Laura del Amo, Rita Dolores y Supercarmen, que se presentaba por primera vez sobre el escenario en esta zona de Gipuzkoa. Con una actitud muy punk y sobre todo reivindicativa, nos cantaron canciones de amor, sobre feminismo e independencia, sobre la importancia de los festivales pequeños… Todo esto, armonizadas, portando un micrófono cada una, al más puro estilo rock and roll garagero y 60's, con el toque divertido pero cañero que les caracteriza. Sin duda alguna, uno de los mejores conciertos que dejó a gran parte del público boquiabierto.
El segundo grupo del día fue Latido. Esta joven banda donostiarra, antes conocida como Love 23 pero con un “rebranding” tanto de marca cómo musical, nos sorprendió con la energía que desprendía en el escenario. Conservando parte de su esencia, pero con un estilo más “popero” hizo bailar a la gente aun el público no teniendo conocimiento sobre sus canciones ya que están sacando a la luz poco a poco su nuevo disco en el que predominan las canciones de amor pero con un toque divertido y juvenil como lo son ellos.
Después, le tocó el turno a Rulo y la Contrabanda, una banda con muchas tablas y muchos años en la escena, la cual mueve a un batallón de fans allá donde vaya, como se pudo comprobar. En el escenario, con su cantante Raúl Gutiérrez al frente, contaban con tres guitarras con sus respectivas pedaleras lo cual le daba un toque electrónico a esas canciones sentimentales con líricas emocionales, aún conservando ese estilo de rock español clásico que los identifica. "Mi Cenicienta” fue un muy buen ejemplo de ello, ya que hace que todo el mundo coree la clásica frase "La vida es menos puta si estas a mi lado". Tampoco faltaron canciones como “La cabecita loca”, “Heridas de Rock & Roll” o “Noviembre”, que encantaron a su entregado público. Un concierto muy especial para banda y público que suponía su segunda actuación en Irun, tras la anterior cita de hace 6 años, cuando se agotaron las entradas en Amaia Antzokia.
Después, Rufus T. Firefly, el grupo de Aranjuez conocido por su rock psicodélico, encandiló al público con su conjunción perfecta entre percusión y guitarras distorsionadas. Fue el concierto con mejor sonido a pesar de apenas haber hecho prueba previamente. El público se dejó atrapar por ese precioso destello sonoro con armonías cautivadoras, no exentas de oscuridad. Uno de los momentos del festival llegó tras su actuación cuando sus líderes Víctor Cabezuelo y Julia Martín-Maestro se subieron al escenario con Sexy Zebras para cantar “El Abismo”, y algo que sólo se había vivido antes en La Riviera de Madrid.
El encargado de cerrar el festival fue el trío de Hortaleza Sexy Zebras, que ofreció una potente actuación gracias a su descarga rock and rollera, llena de himnos y melodías que agitaron al público constantemente. No faltaron canciones de su último álbum, como “Bailaremos”, “Jaleo”, “Nena” o “Tonterias” (con la que se despidieron) ... ni de anteriores, donde el lenguaje sexual explícito no es que brillara por su ausencia, como “Quiero follar contigo” o “El semental”. Tampoco falto uno de sus nuevos singles, publicado este mismo año, “Días de mierda”.
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