El estado de las cosas
ConciertosFermin Muguruza Eta The Suicide Of Western Culture

El estado de las cosas

8 / 10
Darío G. Coto — 06-05-2018
Empresa — El Segell
Fecha — 04 mayo, 2018
Sala — Salamandra, L'Hospitalet (Bcn)
Fotografía — Oriol Monrós (Salamandra)

Lo hablaba precisamente hace dos semanas con un amigo que adora a TSOWC: “B-Map 1917 + 100” me sonaba a oportunidad desaprovechada. Ni la producción ni la forma en que encajaba la voz con las bases me acababa de hacer click, a pesar de que el material crudo -canciones, letras, sampleos, concepto- era tal que no cambiaría un solo elemento si hubiera hecho yo el disco. Por eso (y porque soy más fan de Muguruza que del equipo de fútbol de mi pueblo, para qué mentir) iba con ganas de resarcirme a este ensayo abierto previo a la gira de presentación.

El “Let Them Eat Chaos” de Kate Tempest llevaba rato sonando por los altavoces de una Salamandra con algo mas de la mitad del aforo lleno cuando salieron Juanjo Fernández (TSOWC) y Alex Ferrer (Sidechains), con un sonido intachable desde el primer ramalazo de sinte. Buena señal. Soltaron cuatro temas de los dos discos anteriores de TSOWC como calentamiento, abriendo con una actualización de los visuales de Unamuno y Millán-Astray que llevaban en la gira de “Long Live Death! Down With Intelligence!”, y tras un breve interludio -la versión de Marala del “Txoria txori” de Joxean Artze y Mikel Laboa que suena en este vídeo- salió la banda al completo. Digo banda porque no son solo ellos dos + Fermin, sino que suman un cuarto miembo, Karlos Osinaga “Txap”, aportando guitarra eléctrica y segundas voces. Caen “Barcelona - Sant Andreu” y “Beirut – Never Dies” y ya lo tengo claro: en directo no hay problema de encaje ni de producción, toda la visceralidad y vitalidad del disco suena aquí con la fuerza que se merece, y Muguruza, aunque agarrado al pie de micro y más contenido que en otras ocasiones, suena mejor que en estudio.

El concierto corre sin apenas pausa entre temas y visualmente es espectacular, perfectamente sincronizado, aunque en la mayor parte del recorrido reutilizan los videoclips con los que acompañaron los temas del álbum. “Buenos Aires / Gernika Jai Alai” es uno de los puntos álgidos de todo el concierto, y da paso a una versión que lo lleva a otro nivel: “Itxoiten”, rescatada de un “Borreroak Baditu Milaka Aurpegi” que cumple un cuarto de siglo por estas fechas. Probablemente una de las mejores letras escritas por Muguruza en su carrera, sencilla, directa y dolorosa, y con la que -no es casualidad- se le escucha gritar por primera vez en el concierto. El revestimiento electrónico de TSOWC, con sampleos de txalaparta en los pads, le da un empaque aún más emocional y la aleja de la dureza afilada del original. Con ella dejan un mensaje -”es hora de que todos vuelvan a casa”- que suena hoy más urgente que nunca. Básicamente porque ya no sabemos cual es la excusa, a 4 de mayo de 2018, para seguir pasándose por el forro los derechos humanos y mantener una política de dispersión de los presos vascos que solo se entiende como venganza ideológica contra ellos y contra sus familias.

Pero si hay una canción urgente hoy, a pesar de haber sido escrita hace mas de tres décadas, es “El estado de las cosas”. Hoy, más que nunca, en este espacio y tiempo. Al fin y al cabo es una constante en todo el concierto y en toda la carrera de Muguruza: la vigencia de una obra que llega a la universalidad desde lo local y concreto, de unas palabras que en el concierto resuenan en catalán, euskera, alemán, castellano o árabe. En un momento en que el prefijo “pos” se añade a todo lo que se mueve para intentar convencernos de que nuestros problemas son nuevos y únicamente nuestros, Muguruza utiliza la historia reciente para mostrar que no, y que la solución probablemente no venga contenida en el código de una app diseñada en Silicon Valley. A la versión de “El estado de las cosas”, esta sí más cercana a la original y con fragmentos de “La batalla de Argel” proyectados de fondo, le sigue “Brazzaville – Egun On Kinshasa”, para cerrar la parte principal del concierto y dejar paso al bis final. Tercera versión, en este caso de “Zu Atrapatu Arte”, y finalmente el tema más redondo del nuevo LP, “Berlin – Ulrike Meinhof”, con Muguruza ya suelto con el micro en la mano. Se va con un “visca la terra” y, segundos después, empieza a sonar una canción de Keny Arkana. Salgo, me pongo los cascos de camino al Rodalies, play a la primera canción de “B-Map 1917 + 100”, y oye, que suena mejor. Me va a caer un “ya te lo dije” la próxima vez que hable con aquel colega.

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