Fenomenal
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Fenomenal

8 / 10
Simon On — 14-10-2023
Fecha — 07 octubre, 2023
Sala — Kirol Kaia (Hondarribia)
Fotografía — Jokin Fernández

Fenomena Festibala de Hondarribia en su octava edición ha vuelto ofrecer lo que ya es un sello: programación ecléctica pero bien definida, artistas con impronta y la frescura que sólo pueden ofrecer músicos en estado de gracia creativa.

A primera hora de la tarde se dio la “paradoja Chavalan”: presentar tu segundo disco de reciente publicación, "Semilla De Los Deseos", a la vez que das tu último concierto. Dos bajos tan bien ensamblados como perfectamente definidos atronaban distorsionados riffs math, mientras, como contrapunto, el baterista marcaba locos ritmos cuasi-africanos a doble bombo. Sobre este insólito colchón sonoro, Jose Guerrero (Cuello, Betunizer, etc) escupía letras amañadas para desconcertar. Propuestas así de descaradas es lo que necesita el rock, aunque sean efímeras. Asistir al adiós de una banda, que en un mundo más justo estarían hablando de tú a tú a Primus y a Fugazi, es un privilegio pero también una pena muy grande. AGUR CHAVALAN.

El público del Fenomena se deja sorprender. Así, coincidieron como si nada, en un mismo espacio y tiempo, los atronados chavalanistas con el público de Tulsa que ya había llegado sigiloso hasta casi llenar la carpa. Para Miren Iza Hondarribia es “donde nací”, y eso carga las emociones. Pero una artista de verdad es la que hace del material sensible materia tangible. Y Miren es lo que hizo en esa hora preciosa en la que se va el sol y queda la luz de la tarde. Salir al escenario frágil, sola, empezar a esculpir el duro mármol y ya arropada con la banda, hacer emerger, golpe a golpe, la figura donde habitan Odas, Bilbaos, puentes y ya en la recta final con "Centauros" asistimos a la la transformación y estábamos ante una Miren ya Tulsa arrebatada. Para cuando dijo adiós, tenía la pieza de mármol esculpida hasta lo etéreo y nos quedamos más solos que la una. Para qué ser Penelope si se puede ser Miguel Ángel.

A puntito de oscurecer el embrujo ya campaba a sus anchas en la carpa del FNMN. El Dani Llamas, que parecía uno de la kuadrilla, cogió el micro para soltar con simpatía soflamas incendiarias, dejar clara la conciencia de clase y, sobre todo, para cantar, cantar como dios manda. Rock Jondo, muy jondo. Un cancionero basado en la apuesta por aunar sus dos culturas, la flamenca y la rock y que dejó al público absorto ante tanta belleza. Así, fue desgranando un repertorio repleto de joyas y tuvimos el privilegio de escuchar por primera vez en directo, "El Color De Los Días", adelanto de su inminente nuevo disco "Sangre", con el que Dani Llamas habrá de llegar a un público más amplio. Una asistente estupefacta lo dijo y no le faltaba razón: “es el momento de mi vida que más cerca he estado del Omega”. Nosotros también.

TOC era la propuesta joven de esta edición. Me perdí los primeros temas pero en cuanto llegué me hice cargo de que aquello rulaba. Un joven público conectado con lo que acontecía sobre el tablado donde la banda iba soltando perla por canción. Cuando todas las piezas estaban en su sitio llegó el turno de la colaboración de Kiliki Frexko. Con el desparpajo propio de la juventud se atrevieron con "Ratas de Bizkaia" de Eskorbuto donde los cantantes su turnaban el móvil a modo de partitura para seguir la letra, y tan pichis. Con menos autotune que el exigido, le dieron a una rabiosa "Hutsa Bezain Hotza" para rematar con un "Sin ilusiones" de Los Chichos que supo a gloria. La juventud hace lo que quiere…y funciona.

Y a las 23:00 en punto Biznaga. Esa banda que trasciende al punk y que con su último disco, "Bremen No Existe", ha dado el salto que el grupo y la escena merecían. Biznaga siguen siendo la máquina de matar de siempre pero ahora es un grupo consciente de que la artillería es de alta precisión lo que requiere valor y pericia a partes iguales. El repertorio ha crecido y las canciones ensanchado. Ser dueño de himnos generacionales, canalizar magistralmente la frustración de un segmento de la sociedad puede ser una mochila excesiva. Pero Biznaga llevan dos lustros batiéndose el cobre y la ética del trabajo, amigos, dispone. Así que resueltos y con el nervio en su punto Biznaga volvieron a arrasar, volvieron a propiciar catarsis. "Bremen" es el grueso del repertorio desde donde lanzan la caña al maravilloso caladero de sus tres primeros discos. Una hora justa de locura y trascendente diversión . Para qué más. Bañados en sudor se despiden. Nos vemos en Madrid en el fin de gira. La Riviera 26.01.24.

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