Fiesta y desiertos

La programación de la undécima edición del Festival Internacional de las Artes de Castilla y León, FÀCYL, incluía como destacado el doble cartel formado por dos artistas de pelaje tan diferente como Arizona Baby y Kakkmaddafakka. Una selección que parece continuar con la tendencia estilística inaugurada el año pasado en estas mismas fechas por Ángel Stanich y !!!, manteniendo el carácter gratuito del acto al amparo de la imponente Plaza Mayor de Salamanca.

Los vallisoletanos inauguraron la noche ante buena afluencia de público, aprovechando sus setenta minutos para ejecutar un concierto sin fisuras, con el que incluso lograron sobreponerse a un volumen a todas luces escaso. El grupo demostró haber dado al fin con un equilibrio atractivo entre su gusto por el adorno efectista sobre las tablas y el inherente valor de sus canciones. Así el vocalista Javier Vielva sigue luciendo como animador metido de lleno en el papel de protagonista, pero jamás pierde de vista el auténtico motivo del asunto: desarrollar su inspirada obra a través de una interpretación precisa y contundente. El trío firmó el triunfo en base a canciones con sabor desértico y aroma fronterizo bien parecidas como “Wooden Nickles”, "Dieciséis toneladas" -adaptación al castellano de un tema americano de los años 40-, “Real Lies”, “Owners Of The World” o el clásico “Shiralee”.

Por su parte, los noruegos Kakkmaddafakka venían con la etiqueta de solvente grupo en directo, capaz de generar una fiesta ininterrumpida en base a su indie-pop bailable y desvergonzado. Habituales en los escenarios españoles, el sexteto cumplió explícitamente con las premisas, alejados de un virtuosismo estricto que tampoco pretenden y tirando de simpatía, actitud y un puñado de buenas canciones. El combo repartió repertorio entre sus dos últimos discos hasta la fecha, el hedonista “Hest” (Bubbles, 11) y el más refinado “Six Months Is A Long Time” (Bubbles, 13), alternando temas melódicos como “Someone New”, “Forever Alone”, el ramalazo reggae de “Gangsta” o “Is She” con latigazos directos como “No Songs”, “Make The First Move” o las irresistibles “Touching” y “Restless”. La joven formación arrastró tras de sí y sin dificultad a un público contagiado de su propuesta despreocupada, juvenil e intensa, sin mayor trascendencia real pero cargada de esa embaucadora sencillez con la que suman seguidores a cada nueva gira.