Los vigueses Villanueva visitaban por primera vez la capital zamorana dentro del ciclo Girando Por Salas, para presentar en directo su único (y recomendable) disco hasta la fecha, “Viajes de ida” (Esemerarte, 14). Un debut relativamente engañoso, si atendemos a la militancia pasada de todos los miembros del grupo en varios proyectos paralelos y su veteranía como corredores de fondo de la escena gallega.
Sobre el escenario la banda aumentó sensiblemente agresividad con respecto a la versión mostrada en estudio, ante un escaso pero animoso público formado por unas treinta personas. Una intensidad loable y muy agradecida que, sin embargo y en ocasiones, derivó hacia un pequeño exceso de teatralidad seguramente innecesario por parte de su eléctrico vocalista Josete Diaz (Ex Martynez). En cualquier caso, el quinteto superó el hándicap de un sonido global mejorable en base precisamente a lo vigoroso y pasional de su actitud, con una interpretación solvente y, sobre todo, la valía de un puñado de composiciones que resulta muy inspirada en su práctica totalidad. Es el caso de “Bombas nucleares”, “Inevitable”, la pegadiza “Thelma”, “Ahogándonos”, “En Septiembre” o “Sota, caballo y tú”, que siempre prestan especial atención al poder de la lírica.
En total algo más de una hora de concierto entre la que reconocer similitudes alternadas con compañeros de profesión como León Benavente, Niños Mutantes, Ornamento y Delito, Julio de la Rosa o incluso Sidonie. Quizá la alienación de los elementos no fuese la idónea a la hora de motivar la velada perfecta y quedando la sensación de que el combo podría efectivamente haber sonado mejor, pero Villanueva están en el buen camino y generaron ganas de verlos de nuevo sobre las tablas lo antes posible. Y eso siempre es buena señal.
Le pegas duro Raul....cada vez mas...el concierto fue mejor de lo que hablas
Esa es tú opinión, claro. Gracias. R.J.