Apuesta segura
ConciertosEls Amics De Les Arts

Apuesta segura

8 / 10
Gemma Puig Bru — 19-10-2020
Empresa — Festival Guitar Bcn
Fecha — 16 octubre, 2020
Sala — L'Auditori, Barcelona
Fotografía — Montse Capdevila

Estoy en el autobús y estoy impaciente. Llevo esperando este concierto desde marzo, cuando al igual que muchos otros se tuvo que posponer debido a la crisis del COVID-19. Pero la fecha por fin llegó este viernes 16 de octubre, con una actuación enmarcada dentro del festival Guitar BCN.

Els Amics de les Arts, ofrecieron dos sesiones de un mismo concierto en el Auditori del Fòrum en Barcelona. Este concierto fue el primero que ofrecieron en la Ciudad Condal presentando el nuevo disco y desde que Eduard Costa dejó el grupo para emprender una carrera en solitario.

Apenas entrar en el recinto, escucho por megafonía las medidas de seguridad (“Mascarilla. Distancia. Limpieza de manos”) y, al poco, se apagan las luces. La gente aplaude y la banda aparece en el escenario, y allí estarían durante algo más de hora y media. Suenan los primeros acordes de “No vam saber tornar”, la primera canción del nuevo álbum “El senyal que esperaves”. La primera impresión es que Els Amics de les Arts están a medio gas, tal vez porque vienen de un primer pase ya en el que posiblemente lo hayan dado todo o, tal vez, porque aún no tienen las nuevas canciones tan afianzadas como las antiguas. La cuestión es que la banda necesitará hasta tres canciones para acabar de arrancar. Termina el tema que da título al álbum, saludan al público con un “Bona nit Barcelona”, ofrecen un pequeño speech que sirve de introducción a “No ho entens”, interpretan “Preferiria no fer-ho” y, a partir de ahí, empieza el concierto de verdad con “Juliol 1994”.

Las luces juegan muchísimo con el audiovisual que, desde ese momento, acompañará todas las canciones, y que irá intercalándose entre primeros planos de ellos, planos generales del público y pequeñas piezas audiovisuales creadas para el espectáculo. Las canciones van sucediéndose y la gente se va animando, levantándose de sus asientos. Els Amics de siempre arremeten con “Ja no ens passa”, “Semblava que fossis tu”, “Et vaig dir” y “30 dies sense cap accident”. Las luces juegan con los ritmos y cada vez que Joan Enric repite la frase que da título al tema, el escenario se queda a oscuras y un foco de luz blanca le cae encima.

Tras “Als abismes” dan paso a su canción más bonita, “Louisiana o els camps de cotó”. La gente guarda silencio absoluto mientras se escucha primero el piano y la voz de Dani, y luego las voces de Joan Enric y Ferran. Las voces inundan toda la sala y emocionan. No se escucha ni una respiración hasta que cantan aquello de “diu, que un dia hi hem d’anar, que l’avisem amb temps, però que té llits de sobres”. En ese momento, los músicos callan para dejar que sea el público el que cante al unísono.

Els Amics de les Arts aprovechan el momento y, sin dejar tiempo, interpretan del tirón “Les coses”, “Kokoshcka”, el popular “4-3-3” y terminan con “El seu gran hit”. En ese momento, y aunque nos han avisado ya de que harían bises, los catalanes se despiden y abandonan el escenario. La gente empieza a ovacionarles con entusiasmo, con lo que Els Amics de les Arts –excelentemente respaldados por Ramon Aragall y Pol Cruells– aparecen de nuevo al tiempo que suenan los primeros acordes de “Adéu”, es carta de despedida que nos comentaban en la entrevista Dani, Ferran y Joan Enric. A continuación y sin tiempo a digerir lo que acaban de hacer sobre el escenario, empieza “Jean-Luc” un poco más teatralizada que de costumbre, consiguiendo una vez más que el público se anime y vuelva a levantarse para cantar y bailar.

La despedida definitiva llega con su aclamado hit “El meu cos”, con la que la gente continúa bailando, saltando y cantando, respetando obviamente la distancia de seguridad y las mascarillas. Nadie se salta las normas porque, como comenta el grupo durante el concierto, la cultura es segura.

En resumen, Els Amics de les Arts volvieron a dejarnos un muy buen sabor de boca aunque les costase algo más de lo habitual arrancar. Han sido los de siempre, aunque hayan tenido que dar más de ellos mismos para ocupar el vacío dejado por Eduard y adaptarse al nuevo escenario pandémico. En todo caso, quedó claro que las actuaciones de Els Amics de les Arts son una apuesta segura. Comprar una entrada para uno de sus conciertos garantiza que vas a pasarlo bien, que vas a bailar, cantar e incluso llorar.

 

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